Trabajadores del sector textil en Ourense se manifestaron ayer, para denunciar salario netos de 780 euros al mes y un convenio colectivo sin actualizar desde el año 2010 lo que significa que llevan casi 8 años con los salarios congelados. Por ello indican que un sector que "presume de modernidad tiene escaparate de lujo con nóminas de hambre y pobreza".

A principios de abril comenzaron las negociaciones para un nuevo convenio "pero la parte empresarial bloquea y le pone trabas a todas y cada una de las cuestiones que desde la representación sindical le proponemos en materia de jornada laboral, permisos de lactancia, reducción horaria por guardia legal de hijo, póliza de seguros colectiva, clasificación profesional, regulación de la contratación a tiempo parcial", explicaba ayer la CIG, uno de los convocantes de la movilización junto con UGT y CCOO.

Señalan que "la gota que colmó el vaso fue la pretensión patronal de borrar de la historia el período 2011-2017, como si no hubiera existido y ofrece un aumento salarial del 2% anual para 2018-2019 y 2020. Para los siete años anteriores, incremento cero". El salario medio del sector de dependienta a jornada completa de 873 euros brutos/ mes que una vez aplicados los preceptivos descuentos queda 780 euros netos denuncia el sindicato, "pese a las maratonianas jornadas de compras en días festivos, o incluso nocturnas".