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La laparoscopia se aplica ya a casi el 100% de la cirugía esofagogástrica del CHUO

Especialistas en formación asistieron ayer a la retransmisión en directo de tres intervenciones

Asistentes a la intervención de cirugía esofagogástrica desde la sala de docencia del CHUO. // Brais Lorenzo

El salón de docencia del edificio quirúrgico del CHUO reunió ayer a cirujanos y especialistas en formación de toda Galicia que presenciaron en tiempo real tres intervenciones en las que se aplicaron las últimas técnicas en cirugía esofagogástrica por parte de reconocidos profesionales. Actuaron como cirujanos invitados Alberto Martínez Isla, del hospital Saint Mark's de Londres, y Salvador Morales Conde, del Virgen del Rocío, de Sevilla. El primero practicó una miotomía de Heller y una técnica antirreflujo, y el segundo una reparación de hernia de Morgagni.

El objetivo de esta jornada organizada por la unidad de cirugía esofagogástrica del CHUO es facilitar la asistencia a intervenciones de cirugía de la unión esofagogástrica mínimamente invasiva, realizadas por expertos para estimular el debate sobre las indicaciones y resultados de las distintas técnicas.

Las intervenciones se realizaron en dos quirófanos con retransmisión en directo de imagen y sonido a la sala de docencia moderadas por José Conde Vales y José Francisco Noguera, lo que permitió la interacción entre los asistentes y el equipo quirúrgico.

El servicio de Cirugía del CHUO es un referente a nivel gallego en el abordaje, por vía laparoscópica, de patologías esofagogástricas, y se sitúa a la vanguardia de las últimas técnicas. Estas operaciones no sólo reducen las complicaciones de la cirugía tradicional, sino que evitan la apertura del abdomen (basta con dos o tres pequeñas incisiones), por lo que acortan notablemente el tiempo de hospitalización. En la actualidad, la vía laparoscópica se aplica en el CHUO en todas las intervenciones de hernia de hiato o de reflujo gastroesofágico, entre 30 y 40 anuales, al igual que la práctica totalidad de operaciones sobre patologías no oncológicas. Esto evita muchas veces el preingreso, y la estancia postoperatoria se reduce a dos días como máximo, frente a los siete necesarios en una cirugía abierta.

También se aplica en el 80% de las intervenciones de cáncer esofagogástrico, entre 50 y 70 al año.

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