Mientras en el resto de la ciudad se multiplica la apertura de bares y restaurantes como salida alternativa al paro, las otras cafeterías, propiedad del Concello pese a estar en ubicaciones emblemáticas y con mucha afluencia de público, siguen cerradas. El alto canon suele ser el freno para muchos aspirantes.
La cafetería de Pozas da Maimón en la orilla izquierda del Miño, fue una obra singular construida durante el gobierno del bipartito (PSOE-BNG) en el Concello de Ourense, hoy es un paisaje en demolición que, tras el robo del material de la misma, desde suelos, grifos, barandillas está ahora engullida por la maleza. Según el portavoz municipal del Gobierno local José Araújo "esta concesión es la más difícil de resolver porque el último adjudicatario, realizó obras no autorizadas que ahora hay que resolver" .
El otro proyecto en el que está trabajando, y que depende en este caso de la Concejalía de Termalismo, es la adjudicación de la cafetería y restaurantes que se construyó al lado de las termas de Outariz. "Antes la gestionaba Aspanas y la idea de Termalismo es volver a sacarla a concurso, pero se está intentando que esta concesión lleve anexo el mantenimiento y limpieza de las propias termas", indica el portavoz popular.
Finalmente, sigue cerrada también desde hace ya más de dos años una de las cafeterías con más demanda por parte de los padres y madres que acuden con sus hijos a esa zona verde, como es la del parque Miño.
El primer concurso del concello quedó desierto. Los 500 euros mes, mantenimiento aparte, no atrajeron a nadie. En este caso según el PP se está trabajando para sacar unas nuevas bases. Los precios, que en el caso de las pozas de Maimón eran de 24.000 euros de canon anual al Concello, son el freno para muchos asistentes, pero según Araujo, esos precios "los fijan los técnicos basándose en tablas de precio del suelo por zonas y no pueden cambiarlos los políticos".
