La Policía demostró el riesgo de ser víctima de un delito si no se extreman precauciones. Dos agentes cogieron discretamente las carteras de dos de los asistentes del centenar de vecinos mayores de Ourense que participaron en una jornada informativa, en el Campo da Feira, sobre seguridad ciudadana. Dejaron que la charla avanzaba. Cuando enseñaron los monederos los dueños se dieron cuenta de que no se habían enterado. "Queríamos probar que a cualquiera le puede pasar. Hay que tomar un poco más de precaución y cuidado", ilustró la subinspectora de Participación Ciudadana, Teresa Ramos

Ella y la oficial Lorena Peláez explicaron al colectivo de mayores -un tercio de la población de Ourense- las figuras delictivas más habituales que pueden sufrir. "Es un grupo sensible de la sociedad, que nos preocupa. Con el Plan Mayor de Seguridad y jornadas como la de hoy [por ayer], pretendemos sensibilizarlos como potenciales víctimas de un hecho delictivo, transmitirles cuáles son los modus operandi más habituales, cómo hacer una labor preventiva. Es importante que presten colaboración con nosotros para que podamos crear una sinergia en la lucha contra la delincuencia", dijo previamente a este periódico Manuel Aragón, el inspector jefe que lidera la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la comisaría.

Sin dejar de tranquilizar con que "Ourense es una ciudad segura", las agentes pidieron cautela y precaución a los mayores, poniendo ejemplos de delitos como el timo de la estampita o el tocomocho, el del supuesto conocido de un familiar que pide dinero para gasolina -un hecho que ha llegado a Ourense-, el hurto amoroso -en el que un extraño se acerca a dar un abrazo, para aprovechar el contacto y, a veces con un cortaúñas, sustraer una cadena, el reloj o la cartera-, los robos a la salida de los cajeros cuando van a cobrar la pensión o retirar dinero para un pago, así como las visitas a domicilio de falsos inspectores de organismos. "Para evitar los hurtos por abrazo, que suelen sufrir más los hombres, no dejemos que ningún desconocido se acerque. Si tienen que cobrar la pensión, intenten retrasar un poco los fechas porque los malos también conocen los hábitos, o vayan acompañados de alguien. Es posible que hayan sido vigilados. En el caso de que sean víctimas de un delito, es importante gritar para pedir auxilio y quedarse con una descripción. Si llaman al timbre, hay que desconfiar y mirar por la mirilla. Un carné se puede falsificar pero pueden avisar de que van a llamar para confirmarlo por la empresa; el malo se irá", instruyó Ramos.

La "práctica" de los ladrones

Los delincuentes, subrayan las agentes, "tienen mucha práctica". A los mayores les aconsejan "no dejar el móvil ni la cartera encima de la mesa, o el bolso colgado hacia atrás. Pueden usar lo que se llaman muletas: una chaqueta, un periódico o un paraguas para disimular que están hurtando. Incluso a veces utilizan a menores para que no desconfiemos". Otro riesgo son las estafas por teléfono. "No den los datos por teléfono a nadie. Ningún banco lo pide, puede ser una estafa", advirtió la subinspectora. "Es recomendable tener alarma y no hacer ostentación de dinero".

Si, pese a las cautelas, el delincuente se sale con la suya, la Policía se compromete a reaccionar a tiempo y proteger las 24 horas, 365 días, y pide colaboración: "Sois nuestros ojos", dijo gráficamente la subinspectora Ramos. En la jornada de ayer colaboraron el Concello de Ourense -asistió el edil Carlos Campos- y, sobre todo, Cruz Roja, que tiene un programa sobre mayores.