Aunque sea un trabajo fuerte, la viticultura también es para mujeres. Así lo demostró ayer la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia en su II Semana de la Viticultura de Galicia que organiza junto con la Diputación, con una mesa- tertulia en la que tres bodegueras relataron y compartieron sus experiencias vitales en este mundo y aprovecharon para presentar sus vinos. Reconocieron que no fue fácil abrirse un lugar entre hombres pero que afortunadamente la mentalidad está cambiando y ellas son un buen ejemplo del potencial femenino.

"As mulleres do viño: experiencias galegas", se titulaba la mesa-tertulia que ayer tuvo lugar en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, y en la que la EVEGA invitó a participar a Ángeles Montero Rivera, de la Bodega Val de Deva, a Eduvigis González, de la Bodega Dona Elisa, ambas pertenecientes a la comarca de O Ribeiro, y a Xiana Domínguez Álvarez, de Bodega Chao do Couso S.L., de la zona de Trives-Manzaneda, en la Ribeira Sacra.

Desde la EVEGA su gerente, Juan Manuel Casares, señala que la finalidad es evidenciar que "el mundo del vino es tanto de hombres como de mujeres y que los conceptos históricos del pasado están absolutamente errados". Destaca que las tres tertulianas tienen vinos de calidad y recibieron en los últimos años algunos premios.

Desde O Ribeiro, Ángeles asegura que lleva en la viticultura "desde que tengo uso de razón" de la mano de su padre que la inmiscuyó a modo de "un juego", y recuerda con tristeza lo "difícil que me fue encajar en ese mundo de hombres". Destaca que en O Ribeiro lo normal es que las bodegas sean heredadas a los hijos varones pero en su caso su padre se la dejó a ella porque "creyó en la sensibilidad que yo tenía". Lamenta que sea más fácil en este mundo "valorar a un hombre que a una mujer", y relata que mientras vivió su padre elaboró bajo su amparo, sacando los vinos al mercado sin exponerse ella, oculta, pero desde hace cuatro años "es todo más complicado". Destaca que en O Ribeiro como bodeguera elaborando "particularmente yo no conozco ninguna con contrato". Ayer aprovechó y presentó su vino Tinto Valdodeva, mezcla de mencía y caíño longo, y contradictoriamente, siendo O Ribeiro una tierra donde predominan uvas blancas "yo tengo 90 por ciento en tintas".

Otra ribeirá, Eduvigis, abrió su propia bodega con su marido hace cinco años, tras soñar con ella mucho tiempo, pero su trabajo y familia no le dejaban tiempo para hacerlo. Fue con la crisis, al quedar en paro, que vio la oportunidad y la aprovechó, y dice estar muy contenta con su decisión ya que "la suerte me acompaña".

Asegura que en O Ribeiro y en las demás zonas vitivinícolas de España la mujer tuvo siempre difícil el surgir en este mundo, y "estamos intentando que eso cambien, que se nos vea como profesionales en el sector, dando nuestro punto de vista, nuestra sensibilidad y nuestra forma de hacer. Es un mundo de hombres y las cosas están cambiando y lo demuestran proyectos, donde al frente de pequeñas bodegas, sobre todo de colleiteiros, hay al frente mujeres que están poniendo en valor su trabajo en O Ribeiro". Ayer presentó su vino blanco Canción de Elisa, y aunque próxima a la jubilación, Eduvigis asegura que no abandona porque "me veo con capacidad y fuerza".

Y la más joven de las tres, Xiana, con 34 años, también empezó desde niña entre viñedos y bodegas, estudió ingeniería agrónoma y "me tocó hacerme cargo de la empresa familiar", ya que su padre se jubiló hace 8 años y su hermana tiene otra afición. Dice que vende uvas pero se queda con una parte para producir su propio vino en bodega. En su tierra, Trives-Manzaneda, solo hay cinco bodegas y dos son de mujeres. Ayer presentó su cosecha 2017, y su vino Xiana 2015.

La II Semana de la Viticultura de Galicia continúa hoy con una mesa-tertulia sobre "A vermutería en Galicia: innovacións", y se presentará una experiencia hecha en EVEGA.