Una preocupación derivada de los cambios políticos en el contexto nacional, y que puso de manifiesto el alcalde, Jesús Vázquez, relacionados con los proyectos que están en marcha. Así, no dudó en advertir al nuevo gobierno del socialista Pedro Sánchez, después de triunfar la moción de censura que apartó de la Presidencia a Mariano Rajoy, y del Gobierno al partido popular, que "no vamos a consentir retrasos en la llegada del AVE". Una alusión directa al intento de los socialista ourensanos de reclamar que se retome el proyecto de estación intermodal del arquitecto Norman Foster de 2011.

Así, Vázquez explicó ayer, al termino del acto de homenaje a la figura de Alexandre Bóveda, que "ese intento de modificar el proyecto lleve consigo que Ourense se quede sin 150 millones de euros" y, lo que considera mucho más preocupante, que "se retrase la llegada de la alta velocidad". Por lo que sobre está cuestión fue concluyente al afirmar que rechazan que "se dilate el proceso" y no se cumpla el compromiso adquirido para que el AVE llegue a la ciudad a finales de 2019.

Y aunque el regidor dijo estar convencido de que "estamos en una situación inviable", en referencia al nuevo Gobierno central, pide unas "relaciones normales y entendimiento" para poder sacar adelante los proyectos que están en marcha, entre los que citó la circunvalación exterior, que considera fundamentales para el futuro de la ciudad. Para recalar la existencia de compromisos firmes en materia de alta velocidad, algunos de los cuales se encuentran en su primera fase

Responsabilidades

Pero el alcalde no el único en salir al paso, y sí desde la Xunta, a través de la Consellería de Infraestructuras e Vivenda, en un comunicado dejaban patente su "sorpresa" por la propuesta del PSOE de Ourense con la llegada de su partido al Gobierno central sea "solicitar la paralización" de un proyecto estratégico para la ciudad y "alimentar que se repitan los errores del pasado sin aprender nada de la crisis".

Por lo que dejan claro que si se producen nuevos retrasos o se paralizan algunas de "las piezas de la intermodal, será el partido que está a pedir el que tenga que explicárselo a los ourensanos". Para recordar que las tres administraciones, Concello, Xunta y gobierno de España firmaron en 2016 un acuerdo para desarrollar "la mejor estación intermodal", y que "es exactamente aquella que se puede realizar, al contrario del proyecto de 2011, que no pasó de una maqueta porque era inviable".

Para señalar que "sería muy difícil de entender que el nuevo gobierno no respete los compromisos adquiridos con Ourense", en alusión directa al actual proyecto, que supone una inversión de 150 millones de euros en una infraestructura "realista y viable", que según insisten se sustenta en "estudios técnicos y económicos rigurosos".

De ahí que por parte de la Consellería de Infraestructuras se incida en que el mencionado proyecto fue sometido a un proceso de participación pública y que en su conjunto fue coordinado por el estudio de Norman Foster que había firmado el proyecto de 2011.

Y destacar del mismo que la estación intermodal garantizará el mejor aprovechamiento de la oportunidad que representa la llegada del AVE a Ourense y contribuirá "a hacer ciudad mediante la integración de los barrios de A Ponte y O Vinteún".

Otro de los argumentos que se esgrime desde la Consellería de Infraestructuras es que el acuerdo entre las tres administraciones, la estación intermodal ya es un proyecto en marcha, que cuenta con un contrato de obras ya adjudicado y que empezará a ejecutarse próximamente, en concreto la terminal de autobuses que asume la Xunta.

Por otra parte, se encuentra en proceso de licitación por parte de ADIF, como es la reorganización de las actuales vías ferroviarias en la Estación Empalme, y finalmente, con un proyecto de aparcamiento para vehículos que está pendiente de licitación, en la que participan de forma conjunta tanto Xunta como el Ministerio de Fomento.

Esta y oras cuestiones son los argumento que ponen sobre la mesa tanto el alcalde como la Xunta, ante la posibilidad real de que se llegue a plantear por parte del nuevo Gobierno del Estado recuperar el anterior proyecto de estación intermodal, que afectaría directamente al que aprobó la Xunta para la estación de autobuses que hoy se encuentra en O Pino.