Los representantes vecinales que acudieron ayer al concello para entregar las 1.060 firmas que recogieron en diez días enviaron un mensaje directo tanto a la Xunta como al Concello de Ourense, en el sentido de que rectifiquen y no se lleve a cabo el proyecto de senda peatonal y de bicicletas que se pretende implantar. Así, la presidenta de la asociación de Vecinos, Sara Cruz, que estuvo acompaña por un grupo de vecinos de la zona, afectados por el proyecto, asegura que "seguiremos luchando", y dejar claro su rechazo frontal a ese proyecto.

Convencidos de que las alegaciones "nos dan la razón", en el sentido de que se trata de un "proyecto inviable", plantean que la senda peatonal y de bicicletas debería "ir a lado del río", por su margen izquierda, hasta conectar con la zona termal de Outariz, por entender que "sería beneficioso para todos, vecinos y visitantes".

Y aunque reconocen estar a la espera de respuesta por parte de la Xunta a las alegaciones presentadas, mostraban su malestar por la actitud del gobierno popular, ya que desde la última reunión que mantuvieron con el alcalde, Jesús Vázquez, y en las que también estuvieron presentes el edil de Infraestructuras, así como el de Seguridad y Tráfico, Carlos Campos, "no tuvimos ninguna noticia", y eso que saben la "preocupación e incertidumbre" en la que se encuentran los vecinos.

Además, la presidenta del colectivo vecinal advertía que "siempre pedimos que cumplieran la palabra dada", en referencia a la reivindicación de continuidad de las aceras en esa zona de Reza, ya que existen "dos 'Rezas': la VIP, que cuenta con aceras, espacios de aparcamiento, y zonas con bancos, y la pobre, en la que queríamos que se continuase".

Pero con la presentación del proyecto, del que recuerdan "nos enteramos por los medios de comunicación", reprochando tanto a Xunta como a concello que no fuesen informados los vecinos, sobre todo los afectados, se generó la polémica.

El argumento a que la senda peatonal no responde a las necesidades con que cuentan, como es las aceras, aparcamientos y espacios destinados a la parada de autobuses y, mucho menos, para la colocación de bancos y otro tipo de mobiliario público.

También hacen referencia los vecinos que con esa inversión, en torno a 1,2 millones de euros, procedentes de fondos europeos, se podrían acometer todas esas obras que habían planteado, frene a una senda peatonal que "los vecinos no pedimos ni queremos", remacha Sara Cruz.

Lo que tiene claro es que la solución al conflicto planteado "depende de la voluntad política", en este caso el gobierno municipal como de la Xunta, toda vez que los tres grupos de la oposición, DO, PSOE y OUeC ya dejaron claro su apoyo total a los vecinos.

En cuanto a las previsiones de la Xunta de poner en marcha el proyecto, en el otoño, consideran que da un margen de tiempo para reconducir la situación. Y uno de los vecinos aclaró al edil de Infraestructuras, José Araújo, que en la reunión indicó "que hay otras zonas de la ciudad que estarían encantadas con el proyecto de senda", que lo que debe de hacer "es llevarla para allí".