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El controvertido control a través del sistema de bolardo

Otra de las cuestiones que sigue pendiente de resolver es la restricción del tráfico rodado en la zona histórica de la ciudad, que se realiza a través del sistema de bolardos. Las criticas de la oposición es sistemática, sobre todo por parte del Democracia Ourensana que pidió la retirada de ese sistema, y que se implantase el de cámaras.

Una propuesta que contó con el respaldo plenario, pero al tratarse de una moción y no ser vinculante, la decisión final la tiene el gobierno popular. Y hasta estos momentos siguen funcionando los bolardos, cada vez con más incidencias de daños en vehículos, y con sistema de subida y bajada de los pivotes que se convierte en otro de los focos de controversia.

La entrada de coches en ese espacio delimitado para la circulación es una constante, así como el aparcamiento sobre las aceras, sin que se adopte ningún tipo de medida. Y eso que el portavoz de DO, Pérez Jácome, advirtió en varias ocasiones de los riesgos que existen para conductores y peatones, además del coste que tiene para las arcas municipales debido a las reclamaciones patrimoniales que se vienen realizando por los afectados.

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