La seducción fue la "esencia" de Don Juan, uno de los personajes más universales de la literatura española, y también de Liszt (1811-1886), que ofrecía conciertos multitudinarios por toda Europa, desde Sevilla hasta Moscú. Y la biografías revelan que los desmayos entre el público femenino no eran algo excepcional.

"Su capacidad para seducir al público fue legendaria y en sus recitales empleaba con frecuencia las fantasías para piano compuestas a partir de temas de las óperas de moda", destaca Pablo Rodríguez en su tesis.

Virtuoso del piano, profesor y director de orquesta, el éxito y la fama fueron una constante en su vida. Pero Franz Liszt también destacó por su carácter filantrópico y ejerció como benefactor de muchos artistas.