La iniciativa que llevará a pleno DO tiene como objetivo que los denominados "atajos" que utilizan los ourensanos para salir o entrar en la ciudad se conviertan en viales con todas las garantías, para lo que plantan la elaboración de un plan para analizar y estudiar todas estas zonas y convertirlos en viales de doble sentido para facilitar la movilidad dentro del casco urbano.

Por parte de DO se señala que uno de los grandes problemas que sufre la ciudad es, sin duda, el tráfico rodado. En comparación con otras ciudades, como Vigo, no dispone de "soterramiento de vías que faciliten el acceso desde el centro de la ciudad a las vías de comunicación como carreteras nacionales o autovías".

Pero, por contra, advierten de la existencia de "varias vías, estrechas, bordeando finas, conocidas como atajos, que muchos ourensanos utilizan para ganar metros, tiempo y evitar atascos y retenciones", que tiene salida directa a la N-525, que luego permite el acceso a la A-52 en sus diferentes salidas y entradas.

Desde DO se reconoce que para realizar este tipo de reformas en las carreteras y vías, será necesaria la expropiación de muchos metros de fincas y propiedades lindantes con viales, para poder adaptarlas a doble circulación. De ahí que se reclame un estudio previo de cuantos "atajos" existen y que coste podría tener un proyecto de esas características de adaptación, tanto en lo que se refiere a las expropiaciones como la reforma de lo que hoy son caminos.