La Policía Nacional desplegó a una decena de agentes para asegurar el recorrido de la multitudinaria procesión de Fátima, el evento que congrega a más gente en la calle en la ciudad de Ourense. Entre 20.000 y 40.000 personas asisten. Dos coches patrulla de servicio y seis efectivos más de seguridad ciudadana vigilaron entre la multitud para evitar incidentes durante el avance de la marcha de 1,1 kilómetros entre la iglesia parroquial de O Couto y la Catedral. A la hora aproximada de la marcha, la Policía acudió a una llamada de aviso que tuvo lugar en la Avenida de Portugal, cerca del itinerario de la procesión. Un joven alertó de que unos varones lo habían seguido hasta su domicilio. Los agentes acudieron al portal y comprobaron de qué se trataba. No hubo detenciones y solo se hicieron identificaciones. Que acudieran armados con la escopeta policial Franchi SPS-350 llamó la atención, e hizo temer de que se tratara de una intervención por cualquier incidente grave en la zona.

"Es una herramienta de trabajo policial y, en determinados operativos y puntos, se lleva como medida de prevención de la seguridad ciudadana, dado el nivel 4 de alerta antiterrorista. Unos agentes del operativo de Fátima estaban cerca, fueron al lugar y lógicamente llevaron el arma. Fue algo completamente normal", explicaban ayer portavoces de la comisaría.

El alertante de la Avenida de Portugal denunció que unos jóvenes, con los que había tenido al parecer altercados previos de escasa importancia, según la comisaría, se encontraban merodeando junto a su casa. Los agentes identificaron a los jóvenes en la entrada del edificio y culminaron la intervención, antes de regresar al operativo.