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Ourense celebra el Día Internacional de los Museos con una gran precariedad

El Arqueológico permanece cerrado desde hace 17 años y el catedralicio, colapsado

Miguel Ángel González explica la situación del Museo de la Catedral. // Iñaki Osorio

Ourense, a pesar de ser la tercera ciudad de Galicia, va a celebrar el Día Internacional de los Museos sin contar con un establecimiento adecuado de estas características. Diversos ámbitos de la diócesis consideran "una vergüenza" que haya cerrado el Museo Arqueológico Provincial hace 17 años para realizar unas obras de rehabilitación que todavía no se han iniciado. Mientras tanto, el Museo Diocesano, visitado ayer por los socios del Ateneo, permanece completamente colapsado de piezas, por lo que no pueden exponerse, hasta que se realice una ampliación, en la que "se multiplicará por cuatro la superficie" que tiene en la actualidad, mediante una inversión de medio millón de euros.

El director del archivo catedralicio, Miguel Ángel González, explica que el Museo de la Catedral está ubicado en "un marco magnífico", la denominada Claustra Nova, pero "solo es un pequeño ángulo, porque no se hizo más, y está previsto que se amplíe, al incorporar unas criptas del siglo XII, ya restauradas, que están debajo del actual museo, más otros espacios del siglo XVIII". Quedará configurado como un itinerario, a través de un patio, que "cerrará el círculo y cuadriplicará el espacio actual". En la actualidad, el Museo Catedralicio ya cuenta con un complemento, en la capilla de San Juan, donde se exponen las piezas de piedra.

Miguel Ángel González es una de las personas que concuerdan en que lo que está pasando en la ciudad de Ourense "es una vergüenza", porque "lo que llamamos municipal es una simple sala de exposiciones; el Museo Arqueológico solo cuenta con una sala de exposiciones en San Francisco, porque permanece cerrado desde hace muchísimos años y va a continuar otros tantos así; el Museo de la Catedral está pendiente de esa ampliación; y el Museo Diocesano es una necesidad urgente, teniendo en cuenta las carencias de control que tenemos en el mundo rural para poder mantener a salvo el patrimonio". Hay un espacio ideal para hacerlo, que es la capilla del Obispado, pero "faltan aportaciones, inversiones, para poder convertirlo en una realidad".

Miguel Ángel González explicó a los socios del Ateneo que, dadas las condiciones en las que se encuentra, "al Museo de la Catedral no le podemos llamar museo, es mejor llamarle tesoro, porque el museo exige un orden pedagógico o temático, que aquí no se puede realizar, porque permanece en un espacio muy constreñido.

Las piezas proceden de la Catedral, del monasterio de Celanova, de diversas parroquias de la diócesis y otras aparecieron al abrir las arquetas del relicario de la basílica ourensana.

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