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La Inspección de Trabajo obliga a aclimatar el mostrador de control de acceso de trenes en la estación

Estima la queja presentada por la CGT, que denunció en marzo de 2016 ante Renfe y ADIF que las operarias trabajan a la intemperie

Los trabajadores regulan el acceso de los trenes a la estación Empalme. // Iñaki Osorio

La Inspección de Trabajo ha estimado la denuncia formulada por el Sindicato Federal Ferroviario de la CGT respecto a las condiciones de trabajo que soportan las operarias del puesto de control de acceso de los trenes Avant y Alvia en la estación Empalme de Ourense.

La organización había trasladado esta queja tanto a Renfe como a Adif en marzo de 2016 pero, ante el "caso omiso" que, dice, obtuvieron sus reclamaciones, acudieron a la inspección en noviembre de ese mismo año. Denuncian que las trabajadoras desarrollan su labor "a la intemperie", ante un mostrador con temperaturas "que en invierno bajan de los 6º y en verano superan los 28º" y exigen, por lo tanto, una cabina cerrada con climatización, "como la que tienen otros puestos de semejantes condiciones en otras estaciones de la red ferroviaria como Madrid Chamartín, Valladolid, Salamanca, Toledo o Alicante".

En relación con esta denuncia que el sindicato dirige tanto a la concesionaria del servicio, la empresa Acciona Facility Services SA, como al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias-ADIF y Renfe Viajeros, la Inspección de Trabajo emitió un informe con fecha del 7 de mayo de 2018 en el que señala que tras visitar el centro de trabajo de los operarios y examinar la documentación remitida por las empresas "extiende requerimiento normalizado a cada una de ellas", instando a la entidad Acciona "a dar cumplimiento a las previsiones establecidas legalmente en materia de lugares de trabajo respecto a su exposición a las condiciones ambientales a que se hallan expuestos sus trabajadores".

Asimismo, emplaza a Renfe y ADIF "a cumplir con el deber de cooperación y vigilancia" en la aplicación de la normativa de prevención de riesgos laborales. El informe determina la "responsabilidad solidaria en Renfe en calidad de empresario principal". En caso de incumplimiento, concluye el informe, se procederá a iniciar procedimiento administrativo sancionador.

La CGT espera que las empresas públicas "hagan los deberes" y acometan la instalación de la cabina ya que de lo contrario, apunta el sindicato, pedirán que se sancione a tanto a ADIF como a Renfe "con la infracción máxima, como empresarias principales del puesto de trabajo de control de acceso que tienen subcontratado con Acciona, que es la entidad a la que pertenecen los operarios.

Recuerda el sindicato que esta denuncia se remonta a marzo de 2016, debido a las "precarias condiciones de trabajo" en las que se realizaba el control de acceso de los trenes Avant y Alvia en la estación de Ourense, "trabajando a la intemperie en un mostrador". Asegura la central que ninguna de las empresas públicas "hicieron caso" a estos requerimientos por lo que decidieron acudir a la Inspección de Trabajo, "obligando a las empresas a evaluar los riesgos en el puesto y tomar medidas con las conclusiones". No obstante, prosigue la CGT, en lugar de una cabina cerrada y aclimatada, los trabajadores se encontraron con "decenas de excusas". Señalan que tras derivar responsabilidades unos a otros, "se limitaron a instalar un calefactor y darles ropa térmica, sin hacer nada por eliminar el riesgo de frío y calor en origen, tal y como obliga la ley".

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