En la provincia de Ourense, con menos de 312.000 habitantes censados según los datos más recientes del INE, hay unas 20.000 licencias y 32.000 armas registradas (la mayoría, en manos de cazadores), una por cada nueve habitantes, y eso contando solo las que son legales. La Guardia Civil exhibió durante una semana 411 armas procedentes de particulares para su subasta al mejor postor. El instituto armado es el organismo encargado de cumplir con que los propietarios tengan licencia, y también se encarga del depósito y de una labor de intermediario en las pujas que se celebran una vez al año en la Comandancia. Hoy se adjudicaron 56 de las 411 armas por las que se podía ofertar un precio.

Otras 56 fueron retiradas por los propietarios durante la exposición. La pieza que se pudo conseguir en esta edición por el precio más bajo, casi una ganga, fue una escopeta por 26 euros. La más cara, una pistola del calibre 22 para tiro deportivo que se ha vendido por 501,5 euros. El año pasado solo se colocaron 44 piezas, un 16 % del las 269 que permanecieron expuestas: la más cara, una escopeta de 503 euros, y la mayor ganga, otra de 5 euros.