Cuando llegaban noticias sobre fusilamientos, Luis Couto buscaba entre los cadáveres de las cunetas su mayor temor: que uno de los cuerpos fuera su padre. Secundino Couto Solla (1873-1960) sobrevivió a la represión franquista -aunque la padeció con cárcel en Ourense y Celanova, trabajos forzosos en Oseira y un juicio por masonería, siendo ya anciano-, pero no a la incautación de bienes ni, en cierta manera, al olvido. Relegado al pie de página en muchas revisiones sobre la época, lamenta la familia, solo un pequeño callejón en la periferia del barrio lleva el nombre del último alcalde elegido cuando A Ponte -actualmente, el barrio más poblado de Ourense- era un ayuntamiento autónomo. La familia y el PSOE homenajean hoy a un "político adelantado a su tiempo y muy apreciado por los vecinos" -destacan sus nietas Hilde y Marisa-, con una idea del Estado puramente laico. Hoy, con los ministros cuadrándose ante el paso de una procesión, quizá se estremeciera. Gobernó Canedo entre 1931 y 1936 hasta que el golpe nacional arrampló con las libertades y con todo.

Secundino Couto, miembro del Partido Republicano Radical Socialista y posteriormente de Unión Republicana, hizo algo más que gobernar: edificó una idea. Su taller de obras, una de las principales industrias de la época en Ourense, con un centenar de empleados incluidas muchas mujeres, servía material para diseños del arquitecto Vázquez Gulías. Couto, que también impulsó el cambio de nombre de calles -el franquismo volvería a ensalzar a figuras afines-, ideó y trabajó en el saneamiento y la construcción de la plaza de abastos, finalizada después de su mandato. "Creemos que debería haber una placa con su nombre ahí", reivindican sus nietas.

Hilde interviene esta tarde (20 horas, en la sociedad La Troya) en un acto para restaurar la memoria del último alcalde legítimo, electo, de Canedo. Ella investigó en archivos, en viejos recortes de periódicos y en los recuerdos de la familia. La vida y el legado del abuelo quedan plasmados en "Lembranza a Secundino Couto Solla, alcalde republicano socialista do Concello de Canedo", un libro que nace de la colaboración de la nieta y Francisco Javier Quintas, docente, investigador y responsable de la Secretaría de Memoria Histórica del PSOE en Ourense. El líder provincial del partido, Rafael Villarino, que en Amoeiro -donde es alcalde- colocó placas sobre los símbolos franquistas con un aviso sobre la "propaganda del régimen opresor", participa en el acto.

Secundino y María Domínguez -se casaron en 1909- tuvieron 5 hijos: Luis -que tuvo que luchar en el bando nacional-, Felisa, Pilar, Consuelo y Justo, quien se vio forzado al exilio en México. Los allegados del otro lado del Atlántico han enviado una película en color de 1952 para contribuir al recuerdo. La historia del que podría ser considerado como primer alcalde socialista en suelo ourensano ha pervivido de generación en generación. "Queremos que se le conozca y reconozca". Esta semana se reunieron para la foto de FARO Hilda Isabel Serantes -la nuera nonagenaria-, Juan Luis de Vega -un nieto que también lo conoció en vida-, Hilde y Marisa Couto -nietas-, y Ángela Leal, bisnieta. Ante la familia y el retrato de Secundino al fondo hizo la fotografía Brais Lorenzo, bisnieto.