Las lluvias continuadas castigan la carretera nacional N-120, en las proximidades de Ourense. Ayer se produjo un nuevo derrumbe de piedras y tierras del talud, a la altura del kilómetro 551, en Nogueira de Ramuín. Hubo un total de la calzada durante 3 horas, tiempo en el que el tráfico fue desviado por la antigua nacional, excepto los vehículos pesados, que tuvieron que esperar a la reapertura de un carril de la 120.

Una persona resultó herida leve al caer piedras sobre la furgoneta en la que circulaba a las 7 horas del sábado. El derrumbe también afectó a un turismo, en el que no hubo heridos. El carril en sentido Ourense permaneció cerrado hasta las 10 de la mañana. La circulación se normalizó a las 14.15 horas, una vez finalizada la limpieza del asfalto.

El 15 de marzo, se produjo un desprendimiento en la misma nacional, a la altura de Velle, que mantuvo un carril cortado una hora.