El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se encontró ayer con los funcionarios de justicia de Ourense en huelga en la visita que realizó a una empresa del polígono industrial de San Cibrao. Tras la verja, el grupo que tras 56 días de huelga indefinida ya se reconoce por sus camisetas azules, le esperaba tras la verja con pancartas y un megáfono: "Rueda, negociación ou dimisión", "Queremos negociar" o "Qué valiente el vicepresidente" en alusión al hecho de que no se acercase, señalaron los representantes sindicales que participaron en la protesta.

A través de canciones y consignas, los trabajadores mostraron su "indignación ante la falta de negociación" y reclamaron su dimisión, mientras el propio Alfonso Rueda reprochaba en declaraciones a los medios de comunicación el "endurecimiento" de las peticiones de lo sindicatos. El vicepresidente recordó que el viernes se reunirá con el Consello da Avogacía para explicar el estado de las negociaciones e insistía en que, por parte de la Xunta, "han sido siempre al alza". Según su versión "cumplen las peticiones que hacían antes de volver otra vez, de forma inesperada y poco lógica, a endurecerlas en la última reunión". Asegura que están por encima de la media de las comunidades autónomas y que incluyen una cláusula de revisión que así lo garantice. Pidió a los funcionarios que "reflexionen" y advirtió que "no vamos a convertir el dinero de los gallegos en objeto de subasta".

Según los sindicatos, el seguimiento a la huelga en Ourense fue ayer del 81,3%, con 55 juicios y una declaración suspendidos.