El miércoles llega la primavera pero la estampa invernal es la que domina. Ayer Ourense amaneció cubierta de blanco a partir de 800 metros de altitud. El tráfico se vio dificultado por la nieve en varias vías de montaña. Además, las lluvias intensas de los últimos días, con las borrascas Félix y Gisele encadenadas, ha alejado la sequía y llenado los embalses. El nivel medio de la cuenca del Miño-Sil está en el 75 %, ya en la media de los últimos años.

La acumulación es superior en presas de ambos ríos principales como Santo Estevo (84%), Castrelo de Miño (89%), Frieira (92%) y sobre todo Os Peares, casi lleno. Los de menor agua embalsada son Albarellos en el Avia, en Boborás (46%), y As Portas en el Camba, en el municipio de Vilariño de Conso (49).

La nieve complicó la circulación en la OU-122, en el tramo límite de 6 kilómetros entre Ourense y León, en Carballeda de Valdeorras. El paso llegó a estar prohibido para camiones. Hubo que extremar la precaución en la OU-1110 en Baltar, la OU-1112 en Calvos de Randín, así como en la OU-536 desde el Alto do Couso, en Maceda. En Montederramo, en esta vía, un conductor resultó ileso tras salirse y volcar por completo, a las 8.15. También nevó sobre la OU-533 en Viana do Bolo y la OU-114, en Laza.

La nevada atrajo a la estación de Manzaneda, ya ayer, a aficionados al esquí. Este fin de semana se prevé una gran afluencia. El viernes por la tarde había zonas con más de 1 metro acumulado, 18 pistas abiertas y 13,7 kilómetros de recorrido apto para hacer deporte.