Las lluvias intensas de las últimas jornadas hicieron mella en el talud de la nacional N-120, en un tramo que en los últimos años ha registrado varios corrimientos de tierra por la escorrentía. Ayer sucedió a la altura de Velle, en la salida de Ourense, en el kilómetro 565,2. El desprendimiento de piedras y tierra sobre la calzada obligó a cerrar el carril en sentido Monforte durante casi una hora, entre las 11.25 y las 12.10 de la mañana de ayer.

Dos patrullas del destacamento de Tráfico en Ourense de la Guardia Civil se encargaron de regular la circulación, estableciendo paso alternativo de vehículos y dando protección al operario de conservación y mantenimiento que se encargó de la limpieza del asfalto.

Fueron los últimos coletazos del temporal Gisele, que se mostró con más fiereza el miércoles. Durante la tarde y noche de anteayer y hasta primeras horas del jueves, la Policía Local y los Bomberos tuvieron conocimiento de varias incidencias. Se registraron caída de ramas (Eulogio Gómez Franqueira, Paseo da Lontreira, Auditorio); desprendimiento de tejas ( Vasco da Ponte), así como caídas de chapas de tejados que tuvieron que ser retiradas (Rincón y Avenida de Buenos Aires). A las 21.30, un árbol de grandes dimensiones se desplomó en Paseo da Lontreira y cortó la vía, por lo que además de ser retirado por los bomberos fue necesario cortar el tráfico, por el peligro de que pudieran caer otros árboles dado el reblandecimiento del terreno por las lluvias, la inclinación y el peso de algunos árboles. En prevención de accidentes y daños materiales o personales se cerró desde la Glorieta que da acceso a esta vía, la N-120 Monforte y la carretera de Velle, así como desde la propia presa hacia el paseo.