El que presumió de ser el primer y único camping de Galicia inclusivo para personas con minusvalías, promovido por el propio Concello de la capital, se ha convertido en el más conflictivo.
Casi dos años y medio después del cierre del Camping Municipal de Untes, el único de los que dispone la capital de Ourense, al entrar en concurso de acreedores la empresa Aspanas Termal que gestionaba las instalaciones, miembros de la Plataforma de Afectados por el cierre de Aspanas Termal, que acoge a extrabajadores y familiares de personas integradas en el proyecto, presentarán una denuncia ante el juzgado, por la supuesta desaparición de material de Camping de Untes, que era de su propiedad, según afirma su abogado, Xosé Antón Pérez Lema.
Se trata, explican, de material que adquirieron durante el tiempo que se ocuparon para la gestión de estas instalaciones que le había adjudicado el Concello, pues el camping es de propiedad municipal.
El Concello pudo entrar al fin hace unos días en las instalaciones, con autorización judicial, pues el administrador concursal de Aspanas Termal, que adeuda también salarios a los trabajadores, la mayoría personas con minusvalías no le había entregado las llaves del recinto desde hace más de dos años que lleva cerrado.
Dentro se encontró el concello el expolio sufrido por un camping que iba a ser modélico, pero que fue fruto de numerosos robos en el tiempo que estuvo cerrado y sin vigilancia.
El martes, en comisión municipal el gobierno local indicó a la oposición que iba a pedir un estudio para ver el estado de las instalaciones del camping y para poder sacarle rentabilidad al recinto, ubicado a orillas del Miño, y ahora abandonado.
Es Ahora cuando la Plataforma de Afectados de Aspanas Termal, ve en los últimos acontecimientos "que llegaron a nuestros oídos y avalados por la última comunicación del Concello al respeto, la confirmación de nuestra sospecha de que el cierre intencionado del Centro Especial de Empleo de Aspanas Termal obedecía a intereses de terceros con el doble objetivo de que la Asociación Aspanas se quedara con el patrimonio dotacional de la Fundación, así como hacerse con las golosas concesiones que gestionaba Aspanas Termal: el Camping de Untes y la zona termal de Outariz", explican.
Añaden que "en lo que se refiere la zona Termal "teníamos indicios a través de la madre de una extrabajadora, que en una reunión mantenida con personas que tenían relación con Aspanas Termal se puso de manifiesto que la concesión era para una persona a la que se le puso nombre y, que según nos transmite, tiene relación con el Partido Popular".
En lo que respeta al Camping de Untes apuntan que "un miembro de esta Plataforma acaba de tener conocimiento de que un empresario de Ourense tenía casi cerrada la concesión del camping con el Concello de Ourense. Tanto es así que el Concello le permite entrar en el camping para retirar el material de la cocina".
Cuando llegó allí comprobó que "falta muchísimo material, por lo que dio cuenta de la situación a la concejala Sofía Godoy a través de un correo electrónico, preguntándole quién le iba a abonar el material que faltaba".
Concluyen los integrantes de la Plataforma de Afectados de Aspanas Termal preguntándose "si todo lo hecho por el Concello solicitando autorización al juez para entrar en el camping fue un paripé para tapar todo esto". Añaden que junto con el administrador concursal "tendrán que explicar por qué un empresario tiene llaves del camping".
