La fiscalía, el abogado que representa a la familia del agente fallecido, Celso Blanco, y el exjefe de la Unidad de Drogas de la Comisaría de Ourense, Antonio R. F., que se siente perjudicado por ser investigado en la Operación Zamburiña por la trama que supuestamente organizaron los dos policías gemelos, pidieron ayer el ingreso en prisión de los agentes Bernardo y Roi D. L. por supuesto homicidio. Como alternativa, reclaman la imposición de una fianza y medidas para asegurar su comparecencia. Los dos acusados se acogieron ante la juez a su derecho a no declarar y solo respondieron a algunas preguntas de su abogado.

Los investigados entraron en el edificio judicial a las 17.44 horas de ayer. La juez titular, Eva Armesto, levantó el secreto de sumario del caso por el que han sido llamados a declarar Bernardo y Roi D.L. -salvo en ocho folios que contienen información referente a la operación Zamburiña, que lleva el juzgado número 1- y entregó la documentación a la defensa y a la acusación antes de reanudar los interrogatorios. Los abogados disponían hasta las 19.00 horas para consultar toda la documentación, que consta de 10 tomos y 4.000 folios. Debido a su ingente extensión hubo que darle una prórroga, por lo que el primer investigado pasó a declarar a las 21.10 horas. El segundo lo hizo a las 21.42.

La defensa de los dos investigados ha solicitado que se tomen unas muestras en presencia de los abogados, en una prueba considerada de gran relevancia por la parte.

La familia del policía fallecido Celso Blanco, que apareció con un tiro en la sien en la quinta planta de la Comisaría de Ourense el 9 de abril de 2016, y al que le encontraron tres de las seis armas desaparecidas, se personó en el Juzgado de Instrucción nº3 de Ourense como acusación particular contra los dos hermanos gemelos agentes de policía en la ciudad de As Burgas.

Bernardo y Roi D. L. se consideran inocentes y niegan las sospechas que la magistrada de Instrucción 3, Eva Armesto, y los investigadores de la UDEV han depositado sobre ellos tras dos años de investigación bajo estricto secreto, desde la muerte de C. B. A., un compañero del área de prensa -Bernardo era el jefe del departamento-, por un aparente suicidio, según la versión de comisaría, en abril de 2016.

Las armas se echaron en falta en el búnker policial el 3 en agosto de 2014 y otras 3 en febrero de 2015. Los dos policías gemelos detenidos niegan cualquier relación con la trama interna de la comisaría de Ourense, que incluye la elaboración de anónimos, y mantienen que su actuación siempre fue ajustada a la legalidad, según su abogado defensor.