Vigo se ceñirá un "cinturón verde" para protegerse del fuego. Tras la oleada de incendios que azotó a la comarca el pasado 15 de octubre y que calcinó hectáreas de bosque, el Concello ha decidido aplicar medidas para que la ciudad no vuelva a verse acosada por incendios forestales. Los técnicos municipales tienen ya sobre la mesa un extenso trazado en el que se plantarán especies autóctonas frondosas -robles o castaños- para que parapeten al municipio en el caso de que vuelvan a aproximarse las llamas, como hace tres meses. Eucaliptos y pinos, por ejemplo, árboles que favorecen la propagación del fuego, serán excluidos de ese nuevo "cinturón verde".

La franja transcurrirá cerca del límite entre Vigo y los municipios aledaños de Nigrán, Mos y Redondela, por los montes de Saiáns, Oia, Coruxo, Comesaña, Valladares, Zamáns, Beade, Bembrive, Cabral, Candeán y Teis. A lo largo de su recorrido sumará 49,5 kilómetros de largo y tendrá un ancho de 100 metros -equivalente a un campo de fútbol profesional-, lo que lo convertirá en una amplia senda de árboles autóctonos.

Desde el Concello apuntan que no se descarta habilitar también zonas de ocio, aunque recalcan que el objetivo del "cinturón verde" es proteger a Vigo de los fuegos forestales. En el plano que ya manejan los técnicos municipales el recorrido pasa cerca de áreas de esparcimiento en Saiáns, Oia, Coruxo, Valadares, Bembrive, Cabral, Candeán y Teis. También se señalan depósitos en Saiáns, Cepudo, Monte dos Pozos, el campus, PTL, Cotogrande, Vixiador y Candeán. La senda incorpora un camino para que circulen vehículos de servicios forestales y mantenimiento.

El Concello prevé iniciar la tramitación del "cinturón verde" de forma inmediata. Quiere además que su puesta en marcha tenga en cuenta las propuestas de las comunidades de montes y asociaciones vecinales. "Será un proceso dialogado", apuntan desde Praza do Rei, que enmarca el futuro trazado en las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para plantar cara al cambio climático. El fuego que golpeó la comarca el 15 de octubre se vio agravado por unas condiciones meteorológicas excepcionales: según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ese día en Peinador llegaron a registrarse máximas de 32,6 grados, el valor más alto para ese mes desde que el observatorio recoge datos.

Entre el resto de actuaciones para atajar el calentamiento global, el Consistorio cita el trasvase del río Verdugo, que permitirá afrontar situaciones de grave sequía como la que padeció Vigo a finales de 2017. También la campaña para lograr el reconocimiento de Cíes como Patrimonio de la Humanidad, con lo que se reforzaría la puesta en valor del archipiélago atlántico.

"Esta es la protección verde contra el fuego que Vigo necesita", recalca el alcalde, Abel Caballero. El primer edil destaca la labor realizada por el Concello desde los incendios de octubre, que se saldaron con una basta superficie devorada por las llamas, pérdidas millonarias para las comunidades de montes e incluso dejó el triste balance de un fallecido en San Andrés de Comesaña. "Sucedió una vez y nos pusimos en marcha. A los tres meses ya tenemos encima de la mesa una solución", anota.

Juan Picos, profesor de Selvicultura de la Escola de Enxeñaría Forestal de la Universidad, apunta que las especies frondosas autóctonas, como el roble, dificultan el crecimiento de maleza y favorecen la humedad, pero insiste en la importancia de los trabajos de mantenimiento, sobre todo durante los primeros años tras la plantación. Invita no solo a "mirar el bosque desde la ciudad", sino también "la ciudad desde el bosque". El experto señala la penetración de viviendas en el monte, que en ocasiones van acompañadas de materiales de construcción inflamables o incluso depósitos de combustibles.