El censo poblacional de Ourense sigue en caída libre y sin apenas distinción por municipios. La provincia ha perdido, según los últimos datos provisionales de 2017, un total de 3.173 vecinos, lo que la sitúa en los 311.680 censados, frente a los 314.853 que tenía en 2016.

De esta sangría demográfica solo se salvan ocho de los 92 municipios que tiene la provincia, aunque en algún caso el único mérito de estos concellos es el de haberse mantenido en casi las mismas cifras de 2016, o conseguir ligeros aumentos censales, dado que la pérdida de población ha afectado de forma casi lineal y repartida a todos los municipios.

Si se dividen los nuevos marcadores demográficos por los 365 días del año, arrojan una pérdida de casi 8,7 vecinos menos por día en la provincia de Ourense. Un éxodo que además, afecta sobre todo a los más jóvenes, lo que hace que la edad media de la población ourensana esté rozando ya los 51 años.

Los municipios de la provincia que han experimentado un ligero ascenso poblacional en el tránsito de 2016 a 2017, son los de Allariz, Arnoia, Barbadás, A Gudiña, Lobeira, Ribadavia, Rubiá y San Cibrao da Viñas. Aunque en algún caso los datos son casi los mismos que en el ejercicio anterior, como ocurre de Parada do Sil con sus 593 vecinos.

Barbadás, situado a menos de cuatro kilómetros de la capital, sigue "fagocitando" vecinos y ha vuelto a crecer en plena crisis demográfica, con 153 censados más, al pasa de los 10.638 vecinos del año 2016 a los 10.791 en 2017.

Allariz también ha experimentado un repunte al subir de los 5.928 vecinos a los 6.026. Casi cien censados más. La mejora que ha experimentado A Gudiña es testimonial pues pasó de 1.345 hasta los 1.360, pero se mantiene en medio de la despoblación. Igualmente Lobeira subió de 809 a 825 vecinos mientras que casi testimonial fue también el incremento de Ribadavia, que pasó de los 5.068 vecinos a los 5.095, y Rubiá con 1.462.

En el polo opuesto el municipio de la capital se tambalea y mientras en años anteriores ganaba parte de la caída poblacional del resto de las comarcas, en esta ocasión pasa de los 105.893 vecinos censados a los 105.653 lo que implica una pérdida censal de 257 vecinos.

Dentro de los grandes concellos, Xinzo bajó de los 10.004 a los 9.875 vecinos en el plazo de un año. Verín también bajó de los 14.031 a los 13.889 censados y O Carballiño también tuvo un ligero descenso de 13.913 a 13.853 vecinos censados.

En O Barco de Valdeorras, otro de los grandes concellos de la provincia, se pasó de los 13.761 del año 2016 a los 13.581 habitantes, casi doscientos vecinos menos.

Por tramos de edad la población sigue envejeciendo y la media roza ya los 51 años. La población de la provincia de 0 a 4 años, el relevo generacional, está en los 9.422 personas mientras que en el otro extremo de 85 años y más hay 19.415 vecinos. Si se suman las personas que tienen entre los 16 y los 64 años, es decir en edad laboral, hay 184.157. Pero la población jubilada ya supera en la provincia a la que está cotizando, con lo cual el saldo económico es también negativo.

Como curiosidad,decir que los últimos datos de poblacion que da el Instituto Nacional de Estadística, otorgan a la provincia de Ourense, la condición de matriarcado por cuestion numérica, pues de elos 311.595 vecinos, 161.938 son mujeres frente a 149.657 hombres censados.

Es decir, que en la provincia de Ourense ganan en número las mujeres, pues hay según el censo, 12.281 más que varones.