La Consellería de Medio Rural sigue en su afán de recuperar los montes después de la oleada de incendios de octubre del 2017, y tras llevar a cabo las acciones más urgentes de consolidación de suelos en los principales incendios, empezará ahora con la fase centrada en la retirada de madera no comercial y la mejora de infraestructuras para evitar posibles atascos y problemas en las canalizaciones de agua.

Para estas actuaciones dispone de un presupuesto de casi 4 millones de euros a ejecutar a lo largo de 2018 en todo Galicia. En la provincia de Ourense la intervención afecta a 18 zonas.

Los trabajos realizados en el último trimestre de 2017 se centraron fundamentalmente en labores de control de la erosión del suelo a través del acolchado de paja en las zonas más afectadas que así lo requerían, la construcción de fajinadas de madera y barreras filtrantes para impedir posibles desprendimientos. Cabe destacar que previamente a cada acción se analizó detalladamente el terreno y se estudió donde era necesario intervenir ya que los daños no son generalizados.

Existen zonas, por ejemplo, donde el fuego no ocasionó grandes afecciones en la cubierta vegetal del suelo debido a la rapidez con la que avanzó el incendio, que solo dañó las copas de los árboles. Por eso, desde Medio Rural se insiste en la importancia de que estas acciones sean llevadas a cabo por parte de expertos.

En la provincia de Ourense se trabajó en 18 zonas afectadas por incendios. Todos ellas implicaron una labor técnica previa y una mapificación del terreno para averiguar que acciones desarrollar. Destaca, por ejemplo, el acolchado de paja en los incendios de Río Caldo (Lobios), Araúxo (Lobios y Muíños), Melón (Carballeda de Avia y Melón), Vilarmaior do Val (Verín) y Oseira (San Cristovo de Cea).

Pero los expertos también intervinieron con otras técnicas en Infesta (Monterrei), Chaguazoso (Vilariño de Conso), Queixa y Chaveán (Chandrexa de Queixa), (Chandrexa de Queixa), Tabazoa de Umoso (Viana do Bolo), Betán (Baños de Molgas), Paradellas (Parada de Sil), Cantoña (Paderne de Allariz), Ramil (Xunqueira de Espadañedo), Santiso (Maceda), A Gudiña y Esgos.

En total, se llevaron a cabo trabajos de acolchado en unas 153 hectáreas a través de la técnica del 'mulching', tanto manual como aéreo, se instalaron distintos tipos de barreras (filtrantes, fajinas o albarradas) en casi 4.000 metros a los que se suman otros 6.000 de reparación de caminos.

Asimismo, se realizaron desbroces y limpiezas en una superficie total de 3.200 metros cuadrados.

La intención ahora es centrarse en la sanidad vegetal. En 2017 ya se llevaron a cabo las primeras actuaciones llegando a triturar árboles de unas 15 hectáreas de territorio.