"Menudos cien años más bien llevados", reconocía Rosa López, directora de la residencia Santa Marta, donde Otilia tiene actualmente su casa. "Ya nos gustaría que todos los internos de su edad llegasen como ella, tan bien de salud", deseaba la responsable de este centro de mayores gestionado por la Fundación San Rosendo.

Lo cierto es que según las previsiones del IGE, muchos más ourensanos llegarán a la edad de Otilia en el futuro, aunque de momento, la esperanza media de vida está en los 82,7. En concreto, se prevé que para el año 2030 habrá en la provincia hasta 635 centenarios.

El envejecimiento es, sin embargo, la otra cara de la moneda. Nuestros mayores viven muchos años, y además llevan bastante tiempo siendo mayoría apabullante en la pirámide poblacional porque apenas nacen niños. El salgo vegetativo de Galicia, la diferencia entre nacimientos y defunciones, es el más negativo de España: -12.683.

Esta realidad explica por qué Ourense es una de las provincias más envejecidas de Europa. Está situada entre las diez primeras, pues un 6,1% de la población supera los 85 años.

El índice de envejecimiento se sitúa en 234,2 mayores de 65 años por cada 100 menores de 15. Las comarcas más envejecidas son Terras de Caldelas, con un índice de 823, A Baixa Limia con 774 y Celanova que llega a los 519,5.