Los gritos de unas discusiones que ocasionalmente llegaban a las manos hicieron tristemente populares entre el vecindario a dos de los residentes del barrio de O Vinteún. "Cada dos por tres, tenía que venir la policía porque se peleaban muy violentamente de madrugada", señala una de las residentes en la calle Río Sil, a dos portales de distancia de la vivienda de la madre del pequeño que aparecía el pasado 17 de septiembre, metido en una bolsa de plástico, dentro de un contenedor para residuos orgánicos. Hay menos de un minuto a pie entre los contenedores de la calle Río Bibei y una vivienda que la mujer comparte con su actual pareja, supuesto padre de uno de los tres hijos con los que también conviven y, probablemente también, del pequeño localizado en la basura.

"Hace algo más de dos semanas tuvieron una discusión que se salió de lo normal", explicaba una joven que recuerda como una mañana, mientras paseaba a su perro, los descubrió golpeándose mutuamente con el más joven de sus hijos, todavía en cochecito, presente. Según varios vecinos que fueron testigos de los hechos, él le decía: "Te voy a quitar a tus hijos y a los míos". Ella respondía a la amenaza llamándole "maltratador".

En otro de sus enfrentamientos, de los que por su agresividad hacían partícipe a casi todo un barrio al que habían llegado procedentes de O Couto, hace algo menos de un año, un hombre de mediana edad que lo presenció aseguraba que "él la amenazaba con denunciarla".

Antes de conocerse la noticia de la aparición del niño en la basura, los vecinos aseguran que la joven apenas salía de casa y que no llevaba a sus hijos al colegio. "Las pocas veces que la veíamos siempre llevaba ropa muy holgada y mayas", recuerda una mujer que también vive por la zona. "En cuanto supimos que había aparecido un recién nacido, ella comenzó a dejarse ver, a salir con sus niños de casa y hasta ponerse pantalones vaqueros. La verdad es que nosotros sospechábamos que podía ser ella", comentaba otra señor mayor.

En la temporada en que la mujer no salía de casa, los vecinos afirman que su pareja trabajaba como camarero en algún local del centro y que era su hijo mayor, de unos ocho años de edad, el que se encargaba de los recados de la casa. "Es un niño muy educado. Se le veía cargar con las bolsas de la compra o bajar a tirar la basura", explican en O Vinteún. "La verdad es que lo que más duelen son los niños, pensar que podrían estar en una mala situación, aunque siempre se les veían limpios y bien cuidados", lamentaba un joven trabajador de la zona.

La presencia de la policía ayer en el barrio activó todas las alarmas. "Llegaron por la mañana y detuvieron primero al hombre, que estaba en la casa", relataba una vecina. "A la madre se la llevaron cuando estaba llegando a casa. Venía de recoger a los niños del colegio", aseguraron.