Ourense ha sido la provincia elegida para convertirse en el epicentro de la recuperación del cultivo del olivo en Galicia, que se veía abocado a la desaparición en el siglo XV, cuando los Reyes Católicos establecieron un alto impuesto sobre ellos, que desembocó en la tala de casi la totalidad de ejemplares existentes. Una cruzada abanderada por la empresa Aceites Abril, que este año espera superar los 10.000 kilos de aceituna en su cosecha para la elaboración de un aceite 100% gallego. Con este fruto, esperan envasar unas 6.500 botellas de 250 mililitros de su aceite Premium, lo que supone un 85% más que el año pasado.

La campaña de recolección se iniciaba el pasado 19 de octubre y ayer, el responsable del Departamento de Agro, Rubén Gutiérrez García-Tembleque reconocía que los trabajos "se adelantaron porque la aceituna estaba en el momento óptimo". Este técnico explicó que se sigue un proceso denominado "cosecha temprana" con el que se consigue un producto "con unos valores organolépticos superiores". Lo que se traduce en un aceite con un color "más brillante y un sabor más pronunciado".

El proceso terminará ya la próxima semana y por el momento, Aceites Abril ha vareado en las fincas que tiene repartidas por toda la comunidad, un total de 4.000 kilos de aceituna.

Condiciones meteorológicas

A pesar de tratarse de una recolección con más kilos que la del año pasado, en el que consiguieron envasar 3.500 botellas, Gutiérrez García-Tembleque indicaba que la cosecha de 2017 "no es tan abundante como debiera".

Al crecimiento y maduración de este fruto también le afectaron las extremas condiciones meteorológicas que se vivieron a lo largo de este año en la provincia. "La helada de Monterrei, el granizo en Ourense y en O Barco de Valdeorras, junto con la sequía generalizada han influido negativamente en los olivos", explicaron desde esta empresa que tiene la mayoría de plantaciones situadas en la provincia de Ourense.

También en territorio ourensano se encargan, en la fábrica que la empresa tiene en el polígono de San Cibrao das Viñas, de transformar el producto en la almazara. Este mecanismo se encarga, tras el vareo, de exprimir las aceitunas para liberar la parte líquida, rompiendo su estructura pero sin llegar a deshuesarla. Posteriormente, llega el proceso de batido que consiste en separar la pasta de los otros elementos para ir extrayendo el aceite poco a poco. El resultante de estos dos procesos forma la pasta de aceituna que originará lo que en un futuro será aceite. Una vez obtenida esta pasta se procede a separar la parte líquida de la sólida mediante procesos de prensado y decantación. El siguiente paso sería el envasado y finalmente la comercialización del producto.