La oleada de incendios que avanza imparable por Ourense en pleno mes de octubre ha disparado las cifras de un balance que ya era negro para los montes ourensanos. Tras perder más de 3.700 hectáreas este verano, la provincia sufre ahora el peor otoño de las últimas década con más de una veintena de fuegos importantes que se han llevado por delante 2.450 hectáreas. La Consellería de Medio Rural ha alertado este jueves de la "desmesurada actividad incendiaria" que está causando un grave daño a la riqueza forestal de Galicia y anuncia que intensificará la lucha contra los incendios y las personas que los provocan.

No solo está en juego el medio natural. Durante la madrugada de ayer cinco integrantes de la brigada de extinción de Campiño (Pontevedra) resultaron intoxicados por humo cuando intentaban atajar el frente de Lobás, en O Carballiño, que finalmente quedó extinguido tras arrasar 30 hectáreas. Los cinco operarios se vieron atrapados por la intensa humareda y tuvieron que ser evacuados al CHUO. Ya por la mañana recibieron el alta hospitalaria. Lo mismo le ocurrió a otros tres efectivos que luchaban contra el fuego en Chantada (Lugo), también dados de alta ayer.

Ourense es la zona cero de la lacra de los incendios forestales pero no se recuerda un mes de octubre como este. De los 28 fuegos de mayor envergadura registrados en lo que va de mes en toda Galicia, 23 afectan a esta provincia. Solo en este período han ardido en Ourense más de 2.088 hectáreas de monte frente a las 538 que ardieron en el resto de Galicia. Estas cifras son provisionales ya que únicamente contabilizan los fuegos que la Consellería de Medio Rural incluye en sus boletines diarios (los que superan las 20 hectáreas), por lo que la superficie afectada es todavía mayor. De hecho, la propia Xunta indicó este jueves que en solo en los 12 primeros días de octubre se registraron 123 incendios en la provincia de Ourense (235 en toda Galicia), por lo que de al menos cien no ha trascendido la superficie afectada.

Durante la jornada de ayer los medios de extinción autonómicos y nacionales con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias, UME, trabajaron en 14 fuegos en los concellos de Lobios, Vilamarín, Vilariño de Conso, Melón, Vilar de Barrio, Chandrexa de Queixa, Cualedro y Manzaneda. Cinco se mantenían activos al cierre de la edición y el resto en situación de estabilizados y controlados. En conjunto, suman 1.750 hectáreas arrasadas.

Este fin de semana suben las temperaturas y las lluvias no llegarán hasta el lunes por la tarde, por lo que todavía quedan por delante horas críticas para los incendios forestales y, en especial, para las decenas de personas que luchan contra las llamas y que acumulan largas jornadas de trabajo.

Ayer quedó extinguido uno de los tres focos que mantienen en vilo a los vecinos de Río Caldo, en Lobios, donde los montes del parque natural del Xurés arden desde el día 2. El frente finalizado devoró 51 hectáreas y siguen controlados otros dos que han consumido 650 y 90 hectáreas. A lo largo del día de ayer quedó extinguido también el fuego de Rebordechau, en Vilar de Barrio, que arrasó 125 hectáreas.

Otra de las zonas calientes este atípico mes de octubre es Vilariño de Conso, con cuatro fuegos en Chaguazoso, Castiñeira, Sabuguido y San Cristovo. El primero seguía activo por la noche tras devorar 400 hectáreas, los dos siguientes estabilizados, con 30 y 50 respectivamente, y el de San Cristovo, controlado con una estimación de 57 hectáreas quemadas.

Por la tarde saltaron las alarmas en Vilamarín, con un fuego que levantaba una potente columna de humo que podía verse desde la capital de As Burgas. El frente continuaba activo por la noche, con un balance provisional de 100 hectáreas quemadas. Los medios de extinción lograron controlar otro foco importante en Montes, Cualedro, que devoró 97,33 hectáreas.

Según los datos facilitados por Medio Rural, en situación de controlados permanecían los incendios de Melón (24 hectáreas), Chandrexa de Queixa-Queixa (33 ha), Chandrexa de Queixa-Requeixo (más de 20 ha) y Manzaneda-Paradela (21 hectáreas).