El desmantelamiento de una plantación de marihuana en una nave industrial del polígono de San Cibrao el martes representa la tercera fase de una investigación a gran escala que la Policía Nacional dirige desde hace meses y en la que ya fue desarticulada una organización que operaba en todo el territorio nacional con la presunta implicación de ciudadanos chinos y españoles. La red criminal suma 33 personas detenidas desde el pasado mes de julio en un golpe contra el negocio ilegal de la marihuana en el que ha penetrado con fuerza la mafia china.

La Policía Nacional explicó ayer que las investigaciones realizadas a partir de las detenciones masivas practicadas en julio y septiembre permitieron averiguar que la organización había acondicionado una nave industrial en el polígono de San Cibrao para el cultivo indoor de marihuana.

Los tres arrestados, a prisión

Esta línea abierta se cerró con el operativo desarrollado el martes en el que resultaron detenidas cinco personas, dos en Madrid y tres en Ourense, como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Estos últimos pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense e ingresaron en prisión a última hora de la tarde.

Se trata de tres ciudadanos chinos que se encontraban en el interior de la nave cuando se efectuó el registro. El inmueble, situado en la calle 4 del polígono industrial de San Cibrao y aparentemente sin actividad, ocultaba en su interior la mayor plantación de marihuana desmantelada en Ourense hasta la fecha. 3.858 plantas en diferentes fases de desarrollo a cuyo cargo están, presuntamente, los tres arrestados.

La nave estaba preparada para hacer vida en su interior y contaba con un sofisticado equipamiento que permitía producir y procesar las plantas para su posterior distribución, principalmente al Reino Unido. Disponía de un circuito ilegal eléctrico, así como una compleja red de extractores de aire y filtros de carbono para eliminar los olores procedentes de la plantación. Como novedad, los investigadores descubrieron en esta nave avances técnicos para disimular la actividad ilegal. Así, para aislar el calor irradiado por las lámparas empleadas para facilitar el crecimiento de las plantas, instalaron potentes sistemas de refrigeración que eliminan casi por completo la sensación de calor. Además, la nave estaba compartimentada en huertos para cultivos en diferentes fases de crecimiento.

Dormitorios y cocina

Los detenidos hacían vida allí y como medida de seguridad habían instalado cuatro cámaras de seguridad con las que controlaban el exterior. En la planta baja había varios habitáculos acondicionados como dormitorios y cocina, y abundante comida.

El operativo estuvo integrado por investigadores de la Policía Nacional de la Comisaría General de Policía Judicial y de las brigadas provinciales de Policía Judicial y Extranjería de Madrid, así como por efectivos de los grupos de estupefacientes de la Comisaría de Ourense, y del área regional de Vigilancia Aduanera de Castilla y León. En el transcurso de la operación se practicaron dos entradas y registros en la provincia de Ourense y uno en la ciudad de Madrid.

Además de la nave en el polígono de San Cibrao, la policía accedió a sendas viviendas en la provincia y en la capital madrileña en las que también se ha intervenido documentación relativa al alquiler de los inmuebles así como documentación personal pendiente de analizar.