Defensores del Pueblo de toda España se reunieron ayer en A Merca, a las puertas del cementerio de Faramontaos, para rendir un homenaje a la figura de Miguel Ángel Blanco con una ofrenda floral junto al monumento erigido para honrar su memoria. Al frente de la comitiva estuvieron el Defensor del Pueblo de España, Francisco Fernández Marugán, y la Valedora do Pobo Galego, Milagros Otero Parga.

En su intervención, Fernández Marugán recordó como un joven que era concejal en su pueblo, Ermua, y estudiante de Económicas fue "primero secuestrado y después asesinado", y como ese mismo chico se convirtió en "referente político" de la lucha antiterrorista. Un episodio negro de la historia de España que causó una "enorme ansiedad en el seno de la sociedad", rememoró, pero que tuvo como consecuencia positiva el nacimiento del "Espíritu de Ermua". Aquel sentimiento que nació en el pueblo en el que vivía y que "se extendió a toda España", apuntó.

En palabras de Fernández Marugán, aquellas manifestaciones demostraron que había una manera de entender la vida política en la que todos tenían cabida, aún siendo diferentes, porque se trataba de gente "que estaba dispuesta a vivir en paz y libertad". Aquel chico de origen ourensano se convirtió también en referente "para todos los demócratas y con su sacrificio dejó claro que la violencia no tiene cabida", concluyó el Defensor del Pueblo.

Por su parte, Milagros Otero recordaba como aquel 12 de julio de 1997 "se paró el corazón de Miguel Ángel y con él, el de toda España". La Valedora do Pobo habló de un estado "plural en el que todos tenemos cabida para vivir y opinar, por muy diferentes que seamos". Y también quiso lanzar un mensaje a la familia del edil popular que fue asesinado hace veinte años: "Ni Miguel Ángel ni vosotros estáis ahora solos, ni lo habéis estado nunca". Por último, Milagros Otero también quiso recalcar que el sacrificio de este joven "que había decidido dedicar su vida a servir a los demás, una labor que llevó a cabo con valentía" no ha sido "estéril" y que su figura siempre será recordada.

El acto contó también con la presencia de sus homólogos en el País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla y León, Aragón, Navarra y las Islas Canarias. Además de los alcaldes de Ermua, Carlos Totorika, que ya era el primer edil en el momento de la muerte de Miguel Ángel Blanco, y el de A Merca, Manuel Jorge Velo Reinoso.

El regidor ourensano fue el encargado de abrir el homenaje, agradeciendo la vista a un pueblo "que tiene una simbología especial". Velos Reinoso ensalzó que la figura de aquel joven, cuyos padres, naturales de la provincia, habían escogido el País Vasco para instalarse "en busca de una vida mejor", cambió la historia de España con respecto al terrorismo.

Esta visita de los Defensores del Pueblo a la provincia está encuadrada en la celebración en Santiago de Compostela de las Jornadas de Coordinación de Defensores del Pueblo, que alcanzan su edición número 32.