El subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, señalaba ayer que por ahora "no hay testigos presenciales ni sospechas sobre quién pudo arrojar al niño en ese contenedor, pero todas las pesquisas están centradas en encontrar a la madre; nos sorprende en qué contexto pudo producirse todo para que lo arrojara a un contenedor, en lugar de dejarlo en un lugar visible donde pudiera ser encontrado", advierte.

Las pruebas de ADN del bebé serán otro hilo fundamental en el supuesto de que en las próximas horas pueda haber algún ingreso por complicaciones de un parto que se produjo como todo indica, fuera de ámbito hospitalario y, por lo tanto, sin condiciones de seguridad.

Pensó que estaba muerto

En cuanto al indigente que tiene su salud psíquica algo mermada, se especula que pueda sufrir síndrome de Diógenes pues entre los restos de basura que transporta en su carrito, incluye todo tipo de restos viejos e inservibles, dará hoy su versión oficial de los hechos ante la Policía.

No obstante, según un testigo del suceso "cuando avisó a los jóvenes de que había visto a un niño ya estaba mirando otro contenedor; al parecer no hizo nada por socorrer al bebé porque pensó que estaba muerto".