Los alumnos de Educación Infantil, Primaria y Especial volvieron ayer a armarse con lápices, gomas y libros para recuperar la rutina escolar en los 113 centros educativos que ofrecen estos niveles en la provincia. Para el curso 2016-2017 los matriculados suman un total de 18.576 y, por primera vez desde el año 2009, aumenta el número de aulas, una unidad para Infantil y otra para Primaria en el cómputo de Ourense, además de contar con otros tantos profesores más.

Según datos del sindicato CC.OO, también ha aumentado la precariedad entre el profesorado: "Hay un 5% más de docentes que itineran entre varios centros", explicaba ayer Daniel Rodríguez, responsable de comunicación del departamento de Educación en Ourense. Así, un mismo docente puede llegar a repartir sus horas lectivas hasta en cuatro centros diferentes.

La mayoría de estos profesionales son de especialidades de necesidades educativas especiales, lo que según Rodríguez "requiere una mayor carga horaria para que su trabajo sea efectivo". El sindicalista ponía como ejemplo un niño que tenga algún problema relacionado con el habla. "Si el profesional solo lo trata una vez por semana, es muy difícil dar continuidad a la atención y que se vean avances", indicó. Por lo que plantean que la itinerancia "no debería ser lo habitual, sino la excepción".

El plan del primer día

Ajenos a las cifras, y a las preocupaciones de los mayores, pero con las suyas propias, los más pequeños de la casa volvían a abotonar sus mandilones y cargar con sus mochilas una mañana más para dirigirse al lugar en el que pasarán la mayor parte del día durante los próximos nueve meses. "Las vacaciones se hacen muy largas. Mi hijo tenía ganas de volver, y yo todavía más de que volviese", comentaba Susana, madre de un alumno del cuarto curso de primaria del CEIP de Cambeo, situado en el concello de Coles. "Hoy no le ha costado nada venir, era todo adrenalina", explicaba mientras observaba a su hijo en fila con sus compañeros esperando para entrar en el centro.

En el interior les aguardaba la directora del centro, Teresa González, acompañada de su equipo de 42 profesores, para darles la bienvenida, presentarles a sus tutores y enseñarles sus nuevas aulas. La jornada de ayer era momento para organizar las clases, entregar los libros de texto del servicio de préstamo, el horario y la lista con todo el material necesario para llevar a cabo las tareas escolares.

Los 351 niños del CEIP de Cambeo, una cifra mayor que la del año pasado, según su directora, sobre todo en Infantil y la ESO, pasaban la primera parte de la mañana con sus tutores, también para conocerse, y facilitar la adaptación de los niños nuevos. En cuanto a los números, Teresa González calificaba la matrícula como "muy importante y significativa para un centro del rural".

Después llegaba el gran momento del recreo. "Es importante que desde el primer día los alumnos sepan a qué patio deben acudir, y que todos los profesores conozcan como funciona el sistema de guardias", explicaba. Este sin duda era uno de los momentos más esperados para los niños que se estrenaban ayer en en el primer curso de Educación Primaria.

"Están muy emocionados porque este curso podrán disfrutar del recreo en el patio de los mayores, que es mucho más amplio", comentaba la docente. Pero, la alegría era un sentimiento generalizado, por lo menos en el primer día, donde las ganas de ver a amigos y profesores no consiguieron ser empañadas por el madrugón.