"Santoalla", el documental que retrató el odio entre únicos vecinos en esa remota aldea de Petín -el posible germen del homicidio en enero de 2010 de Martin Verfondern-, se proyectará en la comarca de Valdeorras en septiembre, antes de la celebración del juicio con tribunal del jurado contra los dos hermanos procesados por el crimen, Juan Carlos y Julio R. G. A Rúa y O Barco acogen entre los días 7 y 16 el estreno comercial en España de una cinta que abrió la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Ourense.

Valdeorras, la comarca que cautivó al holandés y a su mujer Margo Pool tras su huida del bullicio de Amsterdam (Países Bajos), a finales de los 90, es el lugar elegido por los directores del documental, los estadounidenses Andrew Becker y Daniel Mehrer (un hermano de este último llegó a Santoalla el día que desapareció Martin), con la producción de la valdeorresa Cristina de la Torre.

Rodada entre 2013 y 2016, antes de que se confirmara el homicidio y al paso de los avances de la investigación, la película relata en 82 minutos -hubo más de 100 horas de grabación previa al montaje- hasta dónde puede degenerar el odio absurdo, que enfrenta a la Galicia más profunda con un modo de vida ecologista e idealista.

"Santoalla" ha pasado por una veintena de certámenes, desde su estreno internacional en el Festival de Cine de Edimburgo. Se ha exhibido en Nueva York, Amsterdam o Buenos Aires. En certámenes como Austin y Tallgrass, la película sobre el holandés de Petín recibió el premio al mejor documental. En España se vio por primera vez como película inaugural del OUFF.

La película se verá el 7 de septiembre en el Teatro Laura Olmo de O Barco, con una sesión que incluye un coloquio con la productora gallega. Habrá pases hasta el 11 de septiembre. El día 14 será el turno del Cine Avenida de A Rúa, con una sesión coloquio seguida de dos pases diarios el sábado y el domingo. El estreno en Valdeorras se hace con la colaboración del Cineclube Groucho Marx y de los concellos.

El jurado popular dictará un veredicto sobre el crimen del holandés de Petín -perpetrado en enero de 2010 y oculto 4 años y medio- tras valorar, entre el resto de pruebas, algunos fragmentos seleccionados de "Santoalla". El fiscal del caso, Miguel Ruiz, que asistió a la exhibición de la película junto al equipo de la Guardia Civil que esclareció los hechos, propuso esta prueba para acreditar la mala relación entre vecinos, para que se conozcan las declaraciones de la madre y los hermanos investigados así como para que el jurado se haga una idea de la aldea, encastrada entre montañas en el extremo oriental de la provincia de Ourense.

El documental narra el conflicto entre las dos únicas familias que habitaban la aldea remota: la nativa, tras varias generaciones, y la extranjera que buscaba un paraíso en la naturaleza después de dos años viajando en busca del lugar idóneo. Una disputa sobre los derechos del monte comunal -un terreno de unas 400 hectáreas que circunda el pueblo- vició la convivencia.

Tras varios meses de gestiones que requirieron una comisión rogatoria, la productora estadounidense del film entregó al juzgado, antes de este verano, una copia con valor de prueba. Al no haber sido distribuida en España no contaba con registro, por lo que la justicia tuvo que pedirla a Estados Unidos.

El juicio, más cerca

La vista podría celebrarse en la Audiencia Provincial antes de final de año, aunque tras la acusación faltarán los escritos de defensa, el traslado de los autos al tribunal y el trámite de selección del jurado. El fiscal ultima el escrito de calificación para definir la responsabilidad y la petición de condena para cada hermano, que podría oscilar entre los 10 y 25 años de prisión, según catalogue los hechos como homicidio o asesinato, y en función de las agravantes.

Juan Carlos R. G. está en prisión preventiva desde el 2 de diciembre de 2014. El supuesto autor del disparo que abatió al holandés confesó a la Guardia Civil, precipitando su detención y la de su hermano Julio, investigado y en libertad, con la prohibición cautelar de regresar a la aldea de Santoalla, donde ya solo reside la viuda, Margo Pool. Juan Carlos aseguró haber disparado al holandés "por miedo" a ser atropellado, tras verlo aparecer en su coche. Según manifestó, la víctima conducía "como un tolo". El cambio de versión del sospechoso se produjo 5 meses después, en mayo de 2015. Juan Carlos negó haber disparado al holandés e incluso haberse encontrado con él.

En su interrogatorio del 2 de diciembre de 2014 ante la Guardia Civil, Julio también negó haberse encontrado con su hermano el día de los hechos pero dijo que se cruzó con el holandés en la carretera dentro del vehículo, con la ventanilla abierta, sentado en el asiento del conductor, caído hacia el del copiloto. Según el presunto encubridor, al acercarse no vio sangre.

Los investigadores desentrañaron el crimen del holandés Martin Verfondern a base de esfuerzo. Llegaron a interrogar a casi la mitad de la población de Petín, con unas 400 entrevistas. Así fueron descartando caras y reafirmando su principal hipótesis, que los culpables habían sido supuestamente los hermanos Juan Carlos y Julio, presuntos autor y encubridor. Por el momento, el fiscal no ha concretado quién efectuó los disparos. "Movidos por un odio derivado de los múltiples conflictos que mantenían con él por la gestión de la comunidad de montes, y tras perder todos los procesos judiciales, decidieron acabar con su vida", esgrimió en un escrito de la fase de instrucción.