José Antonio Expósito (Madrid, 1964) recuperó a lo largo de su dilatada carrera dedicada a la investigación cinco obras del premio Nobel de Literatura español Juan Ramón Jiménez -JRJ en adelante- que llevaban escondidas en torno a cien años. Todas ellas fueron publicadas en la editorial ourensana Ediciones Linteo -cuya colección ofrece obras rescatadas de cuatro premios Nobel de Literatura: Salvatore Quasimodo, Camilo José Cela, Herta Müller y el propio JRJ-, la última, este mismo año: Ellos (2006), Libros de amor (2007), La frente pensativa (2009), Arte menor (2011) y El silencio de oro (2017).

-En una confesión por carta a su amigo Díez-Canedo, JRJ escribía: "Lo más fuerte de mi obra está en los inéditos". ¿Cómo puede ser que un premio Nobel guarde tantas creaciones sin publicar?

-No le interesaba tanto publicar como crear. Para publicar, se necesita dinero y tiempo. A veces, los proyectos de JRJ iban paralelos: dejaba arrinconada la escritura de un libro durante meses o años y se centraba en un nuevo proyecto que le hiciera más ilusión. Los genios tienen esa capacidad. Son creadores incesantes; JRJ se definía a sí mismo como "El creador sin escape".

-Entonces, ¿cuál era el objetivo de una creación sin publicación?

-Su aspiración era universal: desentrañar el misterio de la existencia. Él era simbolista, por lo que buscaba ir más allá de las apariencias, de la realidad. A través de la poesía, buscaba la realidad invisible.

-¿Cuál es el trabajo que se realiza para sacar a la luz estas creaciones?

-Los investigadores nos dedicamos a bucear en los archivos de JRJ para dar a conocer sus inéditos. Son dos los archivos en los que centramos la actividad: el del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, ciudad en la que JRJ murió, donde quedan unos 200.000 documentos entre notas, apuntes, cartas o poemas sin analizar; y el del Archivo Histórico Nacional de Madrid, propiedad de los herederos del escritor, donde están sin investigar en torno a 30.000 papeles. En Puerto Rico está el mayor archivo de la literatura española del siglo XX. JRJ anotaba diariamente multitud de cosas, como el menú del hospital.

-¿Qué aportan estos descubrimientos a la radiografía de la literatura del escritor?

-Las cinco obras correspondientes a la etapa en la que yo me he centrado, de 1906 a 1915, editadas todas ellas por la editorial Linteo, nos ayudan a conocer la evolución del escritor para llegar a crear su gran obra Diario de un poeta recién casado (1916-1917). El salto de la lírica de influencia francesa, que se puede ver en Laberinto, de 1913, a la gran novedad de Diario de un poeta recién casado, con el que nace la modernidad en España -JRJ incluía recortes de anuncios dentro del poema, la técnica del colaje-, tenía eslabones perdidos. Parecían escritores diferentes el de una obra y otra.

-JRJ vuelve a Moguer, su lugar natal, para crear El silencio de oro . Él mismo afirma en una nota: "No me basta con no oír el ruido, sino que necesito oír el silencio". ¿Qué significa el silencio para el poeta?

-JRJ decía que la palabra es de plata y el silencio es de oro. El silencio fue una gran aspiración del escritor tanto en la vida como en la poesía. Luchó por conseguir ese silencio que le permitiera crear. Decía que en España ese aspecto se cuidaba muy poco: huía de casa en casa en busca del silencio, se le tildaba de raro y exquisito por escapar de vecinos ruidosos o del ruido del tranvía que paraba enfrente de su casa.

-Usted afirma que, con la publicación de sus libros inéditos, "JRJ saldrá de nuevo, como la vida, desde su invierno hacia su primavera". ¿A qué se refiere con esto?

-JRJ es un autor del que se están dando a conocer constantemente partes de su obra, como si estuviera vivo. A través de la publicación de sus inéditos, descubrimos facetas de un poeta exiliado que permaneció silenciado durante mucho tiempo a causa de la dictadura. La visión que se tenía de JRJ estaba distorsionada.

-En su obra Ellos o Libros de amor , el autor ofrece una imagen más humana de sí mismo. ¿Cómo era Juan Ramón Jiménez?

-Estas obras descubren a un JRJ completamente nuevo, extraordinario y maduro. Se decía que era una especie de santo, acompañado siempre de su burrito Platero, pero no es así. Cuando aparece Libros de amor, el público se da cuenta de que JRJ fue un joven apasionado, erótico, que tenía amores con distintas mujeres, incluso se recoge en la obra un idilio con un par de monjas, lo que supuso un gran escándalo cuando salió a la luz dicho libro.

-Se decía de él que era arisco.

-Era un hombre raro. No era fácil en el trato. Era muy leal, muy directo y claro; no permitía la traición. Sufría depresiones y llegó a estar ingresado durante buena parte de su vida en distintos sanatorios psiquiátricos. Varios estudios reconocen que sufría bipolaridad. Sin embargo, era capaz de intentar reconciliarse con quien había tenido desavenencias. Se decía que era sensible y cariñoso, apreciaba mucho a los niños.

-A JRJ le invadía una "insatisfacción permanente por no lograr expresar lo que soñaba", reconoce usted en un artículo. ¿Con qué soñaba el Nobel de Literatura?

-Siempre fue muy exigente con lo suyo y con lo de los demás. El hecho de que corrigiera una y otra vez su obra mostraba su arrepentimiento. Depuraba continuamente sus versos porque encontraba que la palabra no alcanzaba la idea que perseguía. Buscaba ir más allá de lo que había sido capaz de transmitir en su poema. Es algo que le ocurre a los grandes artistas.

-A pesar del gran éxito de su poesía, JRJ quiso convertir todos sus versos en prosa lírica. ¿Por qué?

-Su obsesión era corregir toda su obra al final de su vida, ya que su criterio poético iba evolucionando. Veía defectos en sus creaciones anteriores. Este fue uno de sus grandes problemas. Era una especie de Sísifo que creaba y recreaba su obra una y otra vez. Al final de su vida, reflexionó sobre la cuestión entre la prosa y el verso. Su último deseo fue el de transformar todos sus poemas en prosa lírica. Lo hizo con alguno, pero no con todos.

-¿JRJ ya había puesto título a estas obras que continúan inéditas?

-Sí, claro. El investigador intenta respetar escrupulosamente el criterio del poeta en títulos, transcripción y ordenación de los poemas. En la editorial Linteo, nuestro empeño es publicar los libros del autor respetando los criterios tipográficos que JRJ reservaba para sus obras. El resultado ha sido hermoso y ha enriquecido a la editorial. JRJ fue un referente tipográfico: miembros de la Generación del 27 iban a las imprentas a pedir que les hiciesen los libros como JRJ que, cansado de que le copiasen, compró unos tipos propios para hacer un libro completamente a su gusto y único.

-¿Conoceremos más libros inéditos de JRJ?

-Sin duda. Los proyectos sustanciales ya han aparecido estos últimos años, pero quedan otros interesantes como el libro Poemas agrestes, que esperamos publicarlo en los próximos años. Contiene el poema más famoso de JRJ: "El viaje definitivo". Todavía quedan en torno a quince obras inéditas.