"Ver como el fuego subía desde la zona más baja del Monte de O Burgo, que está a unos 325 metros, hasta su cima a unos 1.200 metros, pues es el monte que destaca en el entorno montañoso de Manzaneda, fue algo pavoroso y doloroso a la vez, pero además el impacto energético y económico de este incendio es enorme", explicaba ayer la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega (PSOE).

La zona de O Burgo "es de donde bajan los manantiales que abastecen a muchos pueblos, y además quedaron vacías depósitos piscinas, es fácil que tengamos que llevar aguas con cisternas". Añade que "la limpieza que tenemos en los montes es buena porque hay grandes superficies de tierra productiva, que genera negocio, pues aquí se produce una de las carnes de vacuno más reconocida y valoradas de Galicia, y donde ardió no se puede pastar en dos años", afirma la alcaldesa. También se vieron afectadas zonas de viñedo, bosque autóctono y de reforestación pero ya añejo. "Llevábamos tres años sin incendios, pero este fue provocado aunque es un trabajo que dirán los técnicos. Había al menos cuatro focos distintos".