En 1943, el concello de Canedo y el de Ourense se fusionan en plena época franquista. Aunque la historia oficial indica que la anexión se produce como resultado de las voluntades de los ciudadanos de ambos territorios, la realidad semeja ser bien diferente. Ejemplo de ello es la sublevación popular de 1926, que evitó una unión temprana de los ayuntamientos limítrofes ideada por el gobernador civil del régimen.
La fusión de Canedo y Ourense marcó el inicio de una etapa decadente para la feria del recién incorporado territorio, que se celebraba el día 21 de cada mes en el Campo do Bellao, limitado por las calles río Sil, río Xares, río Mao, río Avia y Bellao, y bautizado actualmente con el nombre de Plaza de Diego González Blanco. El 17 de cada mes, la ciudad de As Burgas reservaba el día para celebrar su propio mercado, por lo que, en 1950, se decidió posponer el festejo de la feria del 21 para el día 29 de cada mes. Finalmente, debido a la coincidencia de esta última fecha con la feria de Celanova, el gobernador civil determinó que la feria del 21 pasaría a ser organizada el día 26. Su éxito jamás volvió a ser el mismo que antes, desapareciendo posteriormente debido a la falta de afluencia.
Ahora, más de 60 años después, la Asociación de Vecinos Santa Teresita de O Vinteún quiere rendir homenaje a un evento que dio nombre al actual barrio de O Vinteún y que reunía a miles de feriantes un día al mes. El impacto económico que tuvo tal feria fue de gran relevancia: el presupuesto de 1943 del concello de Canedo señala que los ingresos por taxas de aprovechamientos especiales (apartado que agrupaba la instalación de puestos de feria, barracas, casetas de venta, espectáculos y atracciones) ascendían a 35.000 pesetas, dato que refleja la gran afluencia de feriantes que, llegados de diferentes puntos de Galicia y concellos limítrofes, se acercaban a Canedo a vender sus productos sin necesidad de pagar el portazgo en el fielato de la entrada al concello de Ourense.
Senén Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos Santa Teresita de O Vinteún, explica que la idea de recuperar el evento surge de la puesta en común de varios vecinos de organizar una feria como la que se hacía antaño: "Por casualidad, nos fuimos enterando de que varios vecinos llevábamos un tiempo pensando en volver a organizar una feria como la que dio nombre al barrio. Decidimos juntarnos y llevarla a cabo".
Dicho y hecho. A través de diferente documentación recogida de diversas fuentes, los vecinos de O Vinteún intentan recuperar la máxima cantidad de información posible para que el festejo del próximo día 21 de octubre refleje con la mayor honradez la feria que lleva como nombre la fecha en la que se celebra. Ya han confirmado su presencia puestos de frutas, legumbres, hortalizas, una churrería tradicional y tenderetes de productos ecológicos y artesanías. Todos ellos servirán de atrezo para revivir un acontecimiento que será ambientado con grupos musicales y una exposición de automóviles de la época.
A falta de dos meses, Senén Rodríguez advierte de la gran ilusión que se está generando alrededor del evento: "El valor que se le está dando a la feria hace que la gente de la zona esté muy ilusionada. Se trata de recuperar sus raíces; sé que vendrá gente de muchos sitios y que será un éxito total; además, ayudará a los jóvenes a conocer el origen de su barrio".
Una continuación incierta
"Tenemos pensado celebrar más veces la feria, pero no podemos asegurar que se vaya a celebrar una vez al mes o una vez cada año", declara Rodríguez, quien reconoce que "no es nada fácil organizar un evento así cada treinta días" y recuerda que, en esta ocasión, lo que se hará es "recordar lo que fue la feria, no reactivarla, aunque no se descarta".
