En lo que también incide la presidenta de la Agrupación Miño es la preocupación que existe en el colectivo vecinal es la situación del concello, en relación a la gobernabilidad. Y hace especial mención a lo que acontecía en los últimos meses, relacionado con el área de Bienestar Social, y ese desfase de 1,6 millones de euros, que se lograba solventar en el último momento, después del acuerdo alcanzado entre PP y Democracia Ourensana, para aprobar la correspondiente modificación de crédito.

Una situación que para Lorinda Fernández "no es deseable", aunque evitar poner el acento sobre las responsabilidades, pero deja claro que los esfuerzos del grupo de gobierno popular, en minoría, deben encaminarse en buscar acuerdos para poder sacar los asuntos adelante, de manera especial la aprobación de los presupuestos. Pero tal y como están las cosas en estos momentos, tiene serias dudas de que se apruebe el proyecto que se presentó para 2017, y que se puedan aprobar, dentro de los que establece la ley, los de 2018.

Es por eso que no descarta que para resolver muchos problemas, que afectan a los vecinos, se deba seguir acudiendo a las modificaciones de crédito, con lo que eso supone, debido a que al no contar con mayoría el ejercicio de negociación y entendimiento es la única solución.