Muchos coinciden en que el verano es la época del año más alegre. Sobre todo cuando llega agosto, sinónimo, para los que más suerte tienen, de vacaciones y tranquilidad. No es casualidad que este mes sea precisamente el elegido para celebrar el Día Mundial de la Alegría. Y a los ourensanos, en sacar sonrisa, no les gana nadie, por eso viven en la "terra da chispa".

La provincia de Ourense no tiene playa, tampoco un equipo de fútbol en primera división ni un parque de atracciones, pero las termas, el ambiente nocturno, el carácter de la gente y las innumerables fiestas les llegan a sus habitantes para ser los gallegos más felices, teniendo en cuenta la mayoría de los aspectos que la miden, y ni qué decir durante la época estival. Aunque también es cierto que nuestros vecinos nos superan en algunas listas como en la de la felicidad laboral o en la que testa la satisfacción con respecto a la rentabilidad de las acciones diarias de cada una de las personas.

La felicidad del verano

María Jesús López Cernadas, presidenta de la sección de psicología social del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia, explica que, realmente, "no es que en el verano la gente sea más feliz, el verano es la época en la que se dan más factores externos que ayudan a que la gente se sienta más feliz, porque lo de ser feliz es muy relativo, ciertamente nos sentimos felices". Entre esas circunstancias que nos suben la moral, se encuentran "la luz del sol, el buen tiempo, los reencuentros con nuestra gente, el aumento de las relaciones, el salir más de casa, etc.".

Si tenemos en cuenta los últimos parámetros controlados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), se puede dar fe del poderío anímico de los aurienses. A pesar de ello, "las estadísticas no dejan de ser más que números, pero sí que es cierto que los estilos de vida influyen muchísimo en los estados de ánimo, y los factores biológicos, psicológicos y sociales marcan mucho". Concretando, "Galicia es un rincón privilegiado y tenemos muchísimos motivos para estar a gusto", aclara López Cernadas.

Los ourensanos, los más felices

Entrando en materia, por un lado, en cuanto al porcentaje de personas que se muestran o no satisfechas con su vida, un 17,33% de los ourensanos le dan a su día a día entre un 9 y un 10. Esta puntuación está más cara para el resto de gallegos: el 14,98% de los pontevedreses, el 14,24% de los coruñeses y el 14,02% de los lucenses. Solamente 8 de cada 100 habitantes de nuestra provincia se sienten muy insatisfechos y le dan a su existencia entre un 0 y un 4. Con todo, la mayoría de los ourensanos dicen estar bastante contentos -la nota más repetida por ellos es la situada entre el 7 y el 8, en un 44,12%-. Cifra muy cercana a la media de la comunidad, situada en un 44,99%.

Entre hombres y mujeres, el sexo femenino refleja un mayor entusiasmo en comparación general, aunque la diferencia es anecdótica en todas las zonas del mapa. En términos de edad, sí hay un marcado salto. Los más felices con su existencia son los situados entre los 30 y 44 años (17,37%), seguidos del peldaño anterior, de los de 16 a 29 primaveras (16,51%).

Vivienda y trabajo

Cualquiera podría pensar que las vistas a la playa de las viviendas costeras no son comparables a ninguna otra. Puede ser, pero los datos, de nuevo, colocan a los hogares de la provincia de Ourense en lo más alto. Un 26,01% de los vecinos le da un sobresaliente a su propia casa. A poca distancia, se encuentra Pontevedra, con un 25,89%. Muy por debajo, los lucenses (21,46%) y los coruñeses (20,16%). En este caso, la mayor parte de la provincia opta, de nuevo, por el notable (45,09%), y un 6% le da entre un 0 y un 4 a su vivienda.

En el aspecto laboral, los pontevedreses son los más felices, les quitan a sus vecinos del sur el primer puesto por muy poco. En la ciudad de la Peregrina, el 19,77% de sus habitantes calificaría su situación en el trabajo con una nota de entre 9 y 10, frente a un 19,25% de los ourensanos que también le otorga a su empleo la puntuación máxima. Como en todos los factores, la mayor concentración se coloca en el notable: casi 4 de cada 10 vecinos autóctonos.

El IGE también controla algunos datos curiosos a la hora de valorar la alegría de los gallegos, un ejemplo es el índice de personas segundo la medida en la que vale la pena lo que hacen en su vida. Aquí, los ourensanos nos quitamos las medallas antes puestas y bajamos al tercer escalón. Un 27,73% cree rentables sus acciones diarias. El listón lo pone Lugo (29,73%), seguido de A Coruña (28,99%). Esta vez, Pontevedra, en la cola, con un 27,09%.

Los gallegos, no tan contentos

Con todo, los números del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) -que sí establece un parámetro concreto de "Escala de felicidad personal"- indican que los gallegos nos quedamos al final de la lista de la felicidad. Lideran las estadísticas La Rioja y las Islas Baleares, con una nota media de 8,1 y 7,9 sobre 10 respectivamente. Por encima del promedio, además de las citadas, se sitúan las Islas Canarias, Cataluña, Valencia, Andalucía o Asturias. En el otro extremo, acompañando a Galicia: Murcia, Castilla y León, Cantabria, País Vasco o Extremadura.

Según las referencias más frescas de la ONU, plasmadas en su Informe Mundial de la Felicidad 2017, España es el 34º país más feliz del mundo de entre un total de 155. Exactamente, nuestro territorio recibió una nota de 6,403/10. Escaló 4 puestos con respecto al año pasado y deja por debajo a Italia, Portugal, Grecia, Rumanía y las regiones bálticas. El sondeo tiene en cuenta diferentes aspectos como la libertad, la generosidad, la honestidad, la salud, los ingresos o la actuación del gobierno.

En la cima, se encuentran Islandia, Suiza, Finlandia, Holanda y Canadá. La clasificación la cierran Burundi, Tanzania, Siria, Ruanda, Togo, Guinea, Liberia, Sudán del Sur, Yemen y la República Centroafricana, país golpeado por una fuerte crisis humanitaria iniciada hace años, que registra la peor calificación: 2,693 puntos.

Con todo, la encuesta global End of the Year (final de año), gestionada por la Worlwide Independent Network of Market Research / Gallup International (WIN/GIA), refleja que, en términos generales, las personas son ahora más felices que en el 2015. En España, se realizaron 1.000 entrevistas online y reflejaron que, a pesar de ese incremento del bienestar de los ciudadanos, los niveles siguen estando lejos de los registrados antes del estallido de la recesión económica. Concretamente, el 59% de los españoles se encuentra bien con su vida -en 2012, era un 68%-, mientras que un 10% se siente muy poco satisfecho.

No es casualidad que la etiqueta digital "felicidad" registre más de 7 millones y medio de reseñas en la red social de imágenes Instagram, tampoco que la búsqueda en Google de "cómo ser feliz" responda con 57.800.000 resultados. Y es que la sonrisa es el motor y la meta del ser humano, y en esta carrera, los ourensanos vamos ganando.