-A corto plazo, ¿podremos caminar por Ourense sin tener que estar en todo momento pendiente de los vehículos?

-En primer lugar, se tiene que concienciar el propio ciudadano. Un ejemplo es Pontevedra. Al comienzo del plan de peatonalización, los ciudadanos protestaron mucho. Hoy, su modelo es un ejemplo a nivel mundial, los comerciantes están encantados, se ha aumentado la seguridad vial y se ha mejorado el medio ambiente. En Ourense, urge este mismo cambio. El proceso va a ser largo.

-¿Existe alguna idea al respecto?

-Estamos trabajando en un proyecto surgido en la Mesa de Movilidad denominado "Muévete por Ourense", en colaboración con la empresa Urba+, para peatonalizar la ciudad. Espero que no quede en el cajón del olvido, ya que la empresa va a cobrar por ello y hay muchos voluntarios involucrados.

-¿A qué calles afectaría?

-Un proyecto inicial contempla la modificación de la calle Progreso, que pasaría a ser de un sentido, y la de Bedoya, que queremos peatonalizarla por completo. El objetivo es erradicar la entrada masiva de vehículos en el centro a través de aparcamientos disuasorios que sirvan como estaciones intermodales conectadas por transporte público con otras zonas de la ciudad.

-¿Qué opina del servicio de transporte público actual?

-Es nefasto. No permite su uso por parte de personas con movilidad reducida o de ciclistas que quieran portar su bicicleta. Necesita un cambio total. No todas las zonas de la ciudad están conectadas con las estaciones de tren o bus, eso es algo en lo que falla.