Lucía González es una joven invidente con una sonrisa eterna. Un binomio imposible para algunos; una forma de crecer para ella.Leonesa de nacimiento, estudia Trabajo Social en el Campus de Ourense -solo le faltan las prácticas y el Trabajo de Fin de Grado-, ciudad en la cual vive actualmente. Ayer a la mañana, compartió con los jóvenes del Aula de la naturaleza de Oira su experiencia diaria con Lucy, una perra de 2 años de raza labrador que la acompaña desde el pasado mes de enero -forma parte del programa "Fundación ONCE del perro guía"-. Según datos aportados por la propia Organización Nacional de Ciegos Españoles, en la provincia, hay otros 4 canes de apoyo a personas con algún tipo de discapacidad visual.

-¿Cómo consigue una persona invidente un perro guía?

-Valoran los recursos económicos. Si no tienes suficiente capacidad para mantener al perro por tus medios, no te dan ninguna ayuda para ello. Somos los usuarios los que tenemos que pagar tanto la comida como las vacunas.

-¿En qué momento conociste a Lucy?

-Pasé con ella el mes de enero en un centro de adiestramiento en Detroit -Estados Unidos-, con todo pagado por la ONCE, para aprender a alimentarla y a cuidarla.

-¿Cómo es tu relación con ella?

-Es una perra guía y cuando está guiando es una herramienta de trabajo, aunque suene un poco frío decirlo así. Cuando no está trabajando, juego con ella.

-¿La llevas contigo a todos los lados?

-Normalmente, no la suelo dejar sola, aunque a veces necesito un poco de respiro, pero no lo suelo hacer porque no es conveniente.

-¿Los ourensanos entienden tu situación cuando vas con Lucy por la calle?

-Hay gente que sí y hay otra que no. Hay quien lleva a los canes sueltos, otros tocan a la perra cuando está guiando, hay gente que la distrae o que le pretende dar comida, etc. Otras personas son más majas y te preguntan antes si pueden tocarla o no.

-¿Ourense está preparada para personas con ceguera?

-Está bien, pero todo es mejorable. Por ejemplo, quitaría los árboles que están en el medio de la calle y taparía sus fosos, ya que si vas con el bastón y algo despistada, es peligroso; ya no digamos si llueve, que, si pisas, te ensucias toda. Luego, hay muchos semáforos que no tienen aviso acústico. Y una cosa muy llamativa es que los pocos que lo tienen, se apagan a las 22.00 horas, igual piensan que un ciego no sale por la noche, pero sí. En estos casos, si tú vas recto y los coches pasan por la perpendicular, eso significa que suele estar en verde para los peatones, aunque hay veces que no es así. En otras ocasiones, si sientes que pasan 10 segundos y los coches están parados, ese es tu momento.

-¿Te prohibieron alguna vez la entrada en algún establecimiento u otro espacio?

-Sí, en algunas cafeterías o supermercados de Ourense. También hay veces que los taxistas te ponen problemas para entrar.

-En el Campus de la ciudad, ¿se te facilita la vida a la hora de estudiar?

-Notas al acabar el instituto que la universidad es bastante limitada. Sin embargo, los alumnos y los profesores me ayudan un montón; si les dices que te pasen un archivo en Word y no en PDF, te lo pasan. En cuanto a la educación, la ONCE te transcribe libros al sistema braille cuando es necesario, te da ayudas para comprar algún portátil, porque nosotros lo hacemos todo por ahí, etc. Pero en general, escanear y pasar los documentos por el ordenador lo hacemos por nuestra cuenta.

-Otro problema añadido: la falta de rebajes en las vías.

-Cuando voy con el bastón, porque con Lucy ya me guía ella, tengo que tocar los bordillos y ahí es cuando me doy cuenta de que muchos de ellos no tienen rebajes.

-¿Durante cuánto tiempo podrás tener a Lucy?

-Los perros guía pueden trabajar entre 10 y 11 años. Después, tendría dos opciones: quedarme a Lucy como mascota o devolverla a la fundación.