En España, siguen en pie un total de nueve alcaldes nombrados en los años 60 y 70 por los gobernadores civiles franquistas. Dos de ellos en municipios ourensanos: Senén Pousa Soto, en el concello de Beade, y el regidor más veterano de la provincia, Manuel Gallego Vila, en Taboadela. Ambos del Partido Popular. Todos ellos lograron vencer las diez elecciones democráticas celebradas desde 1979. Otro nombre que se suma a esta última lista es el de Antonio Pérez Cortés, dirigente de Quintela de Leirado, nombrado por jefes afines a la dictadura no durante, sino después del régimen franquista y antes de la primera llamada a urnas de nuestra democracia.

Senén Pousa es uno de esos alcaldes anclados en el pasado que regatean como pueden la Ley de Memoria Histórica, de obligado cumplimiento. Vamos ya por 2017 pero él no ceja en sus esfuerzos por mantener, por ejemplo, la calle Caudillo, la cual da la bienvenida al edificio del concello. Ni un atentado en la casa consistorial en el 2013 con las posteriores peticiones del PP de Galicia a que rebautizase el vial hicieron dar el brazo a torcer al veterano regidor. Tampoco el aviso de un juez el año pasado. Ni qué decir de la solicitud de dimisión que interpusieron los grupos de la oposición de Beade por tener el "Cara al sol" como tono de llamada de su teléfono móvil. Por el momento, los vecinos se tienen que conformar con que Pousa ya no encargue misas por Franco ni muestre al público los retratos del caudillo.