Sin fecha conocida de construcción y mucho menos de entrada en funcionamiento. El Ministerio de Fomento evitó un pronunciamiento formal sobre la construcción de la variante exterior que forma parte de la integración urbana de la alta velocidad en Ourense. Así, a la pregunta formulada por la diputada en el Congreso de los Diputados de En Marea, Alexandra Fernández, la respuesta fue que "se sigue trabajando en el desarrollo de la variante exterior".
Y explicar que durante 2017 está prevista la finalización de la redacción de los proyectos constructivos de los tramos de plataforma de la nueva variante, de forma que se pueda proceder posteriormente al proceso expropiatorio y, una vez finalizado el mismo, se podrá iniciara la licitación de los cuatro tramos de plataforma, que según el Ministerio de fomento son "de gran dificultad técnica", y entre los que se incluye un nuevo viaducto sobre el embalse de Velle.
En lo que hubo mayor concreción fue en que e "el fin de los trabajos necesarios para la llegada de la Alta Velocidad a Ourense para el inicio de circulaciones en pruebas está previsto para el tercer trimestre de 2019. A partir de ese periodo comenzará el proceso de puesta en servicios".
Lo que tiene claro Fomento, y así se puso de manifiesto hace varios meses, es que con el propósito de "poner en valor" los tramos finalizados desde Pedralba de la Pradería a Taboadela, mientras finalizan los trabajos de la variante exterior, se adaptará el actual corredor ferroviario desde Tabodela a la futura estación intermodal del AVE, en el barrio de A Ponte.
Eso llevará consigo una adecuación de la actual infraestructura que permitirá también el paso de trenes con ancho de vía estándar, se procederá a electrificar el tramo y se adecuarán las instalaciones de seguridad y comunicaciones, manteniendo el tráfico y velocidad de paso similares a las actuales.
En su interpelación relacionada con la variante exterior, sin concretar fecha de inicio de las obras, así como la solución provisional por el corredor actual, la diputada de En Marea advertía que "estamos habituados a que determinadas soluciones provisionales acaben por convertirse en definitivas a medida que pasa el tiempo". La inversión prevista para la variantes supera los 600 millones de euros.
