El Concello de Ourense asumirá a finales de año la gestión de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), que se encuentra en la zona de Reza, después de que concluya el periodo de prueba que se inició antes de que se procediese al derribo de las antiguas instalaciones que se encontraban en el entorno de la actual. Así lo anunció ayer la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, durante la visita a las instalaciones, en la que estuvo acompañada por el presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, el alcalde, Jesús Vázquez, el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, y la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato.

García Tejerina destacó el "esfuerzo inversor" realizado, ya que las obras acometidas superan los 60 millones de euros. Señala que la nueva infraestructura cuenta con "el triple" de la capacidad de la actual planta y atenderá a una población de 250.000 habitantes, con capacidad máxima de 350.000. También incidió en la implantación de mecanismos innovadores y de última generación, que permitirán depurar sustancias contaminantes, y de esa forma contribuir así "al buen estado del río".

Coincidía con el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, en la relevancia que tiene la nueva infraestructura, por ser "estratégica" para la tercera ciudad de Galicia, además de seguir mejorando todo lo relacionado con el saneamiento, y de esa forma cumplir los objetivos medioambientales que se ha marcado el Estado. De ahí que García Tejerina hiciese alusión a que la EDAR de Ourense se había convertido en una prioridad, después de realizar una auditoria de la situación que había en toda España, debido a los "expedientes sancionadores que pesaban sobre nuestro país".

Ruidos y olores

Otra de las cuestiones sobre las que se pronunció la ministra de Medio Ambiente es que la nueva infraestructura, debido a la implantación de las innovadoras tecnologías, no emitirá ruidos ni olores al exterior, como acontecía con la anterior, que había sido objeto de protestas y movilizaciones de los vecinos de Reza, que al final consiguieron, vía recursos, que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenase su derribo.

Sobre esta cuestión, Núñez Feijóo proclamó que "estamos ante una depuradora que no huele, ecológica, y que gracias a un tratamiento que hace que las aguas sean totalmente aptas para el baño, pues elimina el nitrógeno y el fósforo".

Es por eso que el presidente de la Xunta no dudó en afirmar que "Ourense está convirtiendo en una de las ciudades más comprometidas con el medio ambiente de la Unión Europea", al contar con una estación depuradora que "necesitaba".

Referencia obligada de la ministra de Medio Ambiente al "espíritu de cooperación y colaboración de la Xunta, y en especial del presidente Feijóo", toda vez que la nueva EDAR de Ourense fue construida con aportaciones económicas de las administraciones central, autonómica y local. El Ministerio de Medio ambiente, a través de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), con ayudas procedentes de los europeos Fondos Feder, entorno al 75%, la Xunta, el 20%; y el Concello, el 5% restante.

Además, la construcción de la nueva infraestructura permitirá la creación de un nuevo espacio verde de 16.000 metros cuadrados en los antiguos terrenos que ocupaba la anterior planta de depuración de aguas residuales de Ourense, de la que solo queda un edificio que se destinará a uso de los vecinos de Reza, y que se convertirá en uno de los mayores con los que cuenta Ourense.

Con el horizonte de 2020, García Tejerina subrayó que la EDAR de Ourense forma parte del Plan Crece, que contempla una inversión total de 1.100 millones de euros , destinados a que "todos los municipios depuren sus aguas de acuerdo con los parámetros establecidos por la normativa comunitaria. En lo que respeta a Galicia, destaca la inversión de 187 millones, desde 2015. Feijóo añadió que ese compromiso Estado-Xunta permite que "en los próximos meses se entregue la depuradora de Vigo, para el saneamiento completo de las rías, con una inversión de 240 millones de euros".

El jefe del Ejecutivo gallego recalcó que "en ocho años venimos realizando una obra de abastecimiento o saneamiento cada semana, ejecutando 191 obras en total".