3.015 habitantes menos en un solo año en una cuenta que lleva años restando cifras en Ourense. La provincia no consigue frenar su caída demográfica y año a año la delgadez del censo empieza a ser crítica. El Instituto Nacional de Estadística, INE, publicó ayer las cifras de población a 1 de enero de 2017, que revelan un nuevo paso atrás para esta provincia, la gallega en la que más retrocede el censo. De 314.663 habitantes a 311.648 en doce meses, ocho personas menos de media cada día en el transcurso de 2016.

Los síntomas demográficos que han encendido las alarmas llevan años manifestándose. En Ourense, el gráfico de población está cayendo desde 1971, año en el que se inicia la serie registrada por el INE. De hecho, en 46 años, prácticamente medio siglo, la provincia ha perdido a un tercio de su población. En los últimos coletazos de la dictadura Ourense tenía 441.255 habitantes, hoy su padrón suma 311.648: 129.606 personas menos, casi tantas como tiene hoy la capital y su área metropolitana (144.372). Un ejemplo muy ilustrativo de lo que supone para la geografía humana de Ourense esta pérdida en casi cinco décadas es la población infantil. Entonces había 29.266 niños de entre 0 y 4 años en la provincia, pero hoy no llegan a los diez mil, 9.342.

El período más negro en la evolución del censo se produjo entre 1980 y 1990, en solo una década la provincia perdió setenta mil habitantes. A partir de entonces la caída se mantuvo moderada hasta que en 2010, en plena crisis económica, se hizo más acusada.

La pérdida de población durante los peores años de la recesión se aprecia notablemente entre el censo juvenil. A cierre de 2016 había 15.898 jóvenes de entre 20 y 35 años menos que en 2010.

Con todo, la última actualización de las cifras de población para Ourense cifran en 311.648 el número total de habitantes, de los que 161.295 son mujeres y 150.353, hombres. Por edades, 96.378 superan los 65 años, y de ellos 240 son centenarios. En el otro extremo, 41.188 tienen menos de 20.

El INE publica también la estadística de migraciones correspondiente al año 2016 y por primera vez desde 2011, el saldo migratorio es positivo para Ourense. El cambio de tendencia se debe al retorno de los emigrantes. La diferencia entre los ourensanos que se van y los que vuelven es de 460 a favor del censo provincial. Destaca en esta radiografía el número de emigrantes en países sudamericanos que han regresado a su lugar de origen, sobre todo de Venezuela, con un saldo positivo de 251 personas. En el cómputo total, 298.978 residentes son de nacionalidad española, 7.038 proceden de la Unión Europea, 265 del resto de países de Europa, 942 de África, 312 de América del Norte, 910 de Centroamérica y Caribe, 2.762 de Sudamérica, 431 de Asia, 9 de Oceanía y 2 son apátridas.