Para González Moreira, el segundo año de funcionamiento del Cunqueiro "continúa condicionado por las deficiencias estructurales y los problemas de espacios". Opina que no se han resuelto "los desajustes" entre el hospital planificado y el "que nos encontramos". "Solo el esfuerzo de los profesionales permite que el trabajo salga adelante con satisfacción para los usuarios", comparte. Entre los avances, destaca que, después de que algunos de servicios se trasladaran sin unificar protocolos, ahora se han empezado a ver los resultados de la integración de los servicios, que "pueden desarrollar proyectos más ambiciosos". Advierte que este beneficio se está viendo "dificultado por la falta de estabilidad en las plantilla". Entiende que el hospital "está muy lejos de estar al 100%" y que, aunque hay "muchas oportunidades de mejora" están "condicionadas por la limitación" del modelo de contratación y por "la decisión de tener un hospital acordeón" sin plantillas estables "que permitan incrementa su experiencia" y calidad. Los retos: rescatar el Cunqueiro, utilizar todas las capacidades el Meixoeiro y reforzar el papel de Primaria.