Fernández entiende que el nuevo hospital está "asentándose" y aplaude que se hayan "corregido cosas a nivel estructural y organizativo", pero reprocha que "a nivel de personal siguen existiendo deficiencias", a pesar de que "han sido precisamente los profesionales quiénes más han hecho por tratar de alcanzar una normalidad que aún es muy mejorable". A ellos les atribuye el mérito de "redirigir" en algunos servicios "los circuitos y protocolos que eran inexistentes, pero imprescindibles" para unificar una plantilla procedente de diferentes hospitales. Entre los avances, también incluye las obras en urgencias, aunque las considera "una muestra de que no existía una planificación exhaustiva previa". Opina que el hospital está en el "momento de asentar las buenas intenciones" actuando en "la mejora de aquello que sigue sin estar bien estructural, organizativa y laboralmente". Destaca la disposición del colectivo que representa a colaborar. entre las necesidades incluye "dar protagonismo a los profesionales en la gestión" y regular los ratios de enfermera/paciente. Califica de "inaceptable" que no se refuerce hasta alcanzar los 35 enfermos por profesional.