Carlos E. G. I., el hombre de 35 años que irrumpió en enero en un supermercado de Ourense con la escopeta de caza de su padre, y efectuó seis disparos, sale de la cárcel. Es una decisión de la Audiencia Provincial de Ourense, que estima un recurso de la defensa en el que abogaba por la puesta en libertad. La Sala excarcela contra el criterio del juez instructor, Leonardo Álvarez, quien por última vez en mayo mantuvo la medida de reclusión al ver riesgo de reincidencia. El auto fue notificado a las partes ayer.

El investigado entró armado en el Mercadona de la Avenida Otero Pedrayo, en la zona del campus, durante un brote psicótico. Antes de su ingreso en prisión, el juez ordenó que fuera diagnosticado y estabilizado en la unidad psiquiátrica del CHUO, donde permaneció unos días. El investigado tiene un tratamiento pautado -constan informes en auto- y su evolución ha sido favorable. La Audiencia no impone fianza como requisito para la puesta en libertad, pero sí la obligación de que el investigado se presente ante la Policía o el juzgado los días 1 y 15 de cada mes, en la denominada comparecencia apud acta, como una forma de mitigar la posibilidad de una fuga. Carlos E. G. I. también está sujeto a acudir al juzgado siempre que sea citado.

Según su abogado defensor, Javier González, del despacho Atrio Abad, la Sala no observa riesgo de reiteración delictiva, y sí "una variación sustancial de las circunstancias iniciales adoptadas para acordar la prisión preventiva. El estado en que se encuentra el procedimiento determina que no hay riesgo de que incida en las fuentes de prueba. Además, los informes médicos evidencian una favorable evolución".

La puesta en libertad del asaltante del súper se produce sin que la Fiscalía haya acusado aún. También ejerce la acusación Mercadona. Hace unas semanas, el magistrado de Instrucción 1 de Ourense, Leonardo Álvarez, abrió con el auto de procedimiento abreviado la llamada fase intermedia, que es la anterior al juicio, pero la defensa también ha recurrido en apelación. El juez ve motivos para llevar a juicio a Carlos E. G. I. como presunto autor de 4 delitos: robo con intimidación -pese a que no se considera el móvil de los hechos y la empresa lo descartó, el hombre se metió en el bolsillo 1.200 euros de una caja-, atentado a agente de la autoridad -por un supuesto disparo dirigido al policía local que estaba fuera de servicio y ayudó a reducirlo-, así como daños y tenencia ilícita de armas. La defensa no aprecia base para dos de los delitos que se le atribuyen al investigado, el de robo con intimidación y el de atentado.

El juez instructor denegó la excarcelación en mayo basándose, como en el primer auto de prisión, en el riesgo de reiteración delictiva, así como en la posible pena a la que se enfrentaría el investigado por la suma de esos 4 delitos. Por robo con intimidación, entre 2 y 5 años de prisión. Por atentado a la autoridad, de 6 meses a 3 años de cárcel. Por un delito de tenencia ilícita de armas, de 6 meses a 1 año., con un máximo de 3 por los daños. El instructor dejó fuera de su auto el delito de desorden público. Tanto el magistrado como el fiscal ya habían descartado, en el paso a disposición judicial, el homicidio en grado de tentativa que la Policía había reflejado en su atestado. Además, la defensa considera que el trastorno mental que sufría el joven en el momento de los hechos podría ser constitutivo de una eximente de carácter incompleto.

7 minutos de pánico

De lo que sucedió en el interior del Mercadona de Otero Pedrayo, el miércoles 11 de enero de 2017, dejaron constancia las grabaciones de las cámaras de seguridad. Son 7 minutos que describen el periplo de Carlos E. G. I. por el establecimiento abierto al público, desde su llegada por la puerta del aparcamiento, con la escopeta en el brazo derecho, hasta su detención sin oponer resistencia en la entrada principal, mientras se comía un plátano. Son 7 minutos de pánico entre las 14.05 y las 14.12 horas.

Carlos E. G. I. entró con una escopeta de dos cañones paralelos con la que hizo 6 disparos en el interior del supermercado. Cinco impactaron en el techo y uno en el cristal de la entrada principal, cuando presuntamente tiró en la trayectoria del policía local. De igual modo, el investigado causó daños en estanterías situadas en la zona de la bodega del supermercado Posteriormente sustrajo el contenido de una de las cajas registradoras del supermercado, siendo detenido poco después por el policía local y nacionales desplazados al lugar de los hechos, sin que en ese momento opusiese resistencia.