El presunto asesino de Isabel Fuentes, Aniceto Rodríguez Caneiro, intentaba mostrarse en las entrevistas con los forenses "más dañado de lo que realmente está", según concluyeron en sus informes expuestos hoy en el juicio por los expertos del Instituto de Medicina Legal (Imelga).

Los peritos, que se entrevistaron con él y recabaron opiniones de su hija y sobrina, determinaron que el acusado tenía facultades para someterse al proceso y además no apreciaron rasgos de enfermedad mental o trastorno psiquiátrico que afectara a sus capacidades. La defensa busca una atenuante o eximente por trastorno mental transitorio, por una parte, alegando además que el encausado "no es consciente de nada" desde que sufrió un ictus tras autolesionarse con el arma del crimen.

Los médicos que lo atendieron en el CHUO y los guardias civiles que analizaron la escena del primer ataque en el domicilio conyugal de Pazos (Verín), citados para mañana, serán los últimos peritos en intervenir en el juicio. El cierre corresponderá a cada una de las partes, con el informe de conclusiones. Después, la Audiencia Provincial dictará sentencia. Aniceto Rodríguez, de 77 años, se enfrenta a peticiones de condena de 39 a 49 años de cárcel.