"A mí cualquier importante adquisición que hagan los chinos en España me intranquiliza". Una voz autorizada entre la comunidad portuaria viguesa valoraba con esas palabras la compra confirmada este lunes por parte del gigante asiático Cosco Shipping Ports Limited del 51% de la propiedad que el grupo inversor norteamericano JP Morgan tenía en el accionariado de Noatum Ports, el primer operador de terminales portuarias en España. Con esta operación, cerrada por 203,49 millones, Cosco se hace con el control de las terminales de Valencia (Noatum Container Terminal Valencia), Bilbao (Noatum Container Terminal Bilbao) y también de los Puertos Secos de Madrid (Conterail) y Zaragoza (Noatum Rail Terminal Zaragoza).

Consignatarios consultados por este periódico no ven "trascendencia para Vigo" en el desembarco de este grupo chino en el negocio terminalista español en el sentido de que suponga un preámbulo de lo que pudiera ocurrir en el futuro con otras terminales pequeñas como la de Guixar. "Termavi pertenece a un grupo potente, Davila, y da beneficios", argumentan, descartando toda posibilidad de una venta futura. Otras fuentes portuarias, sin embargo, admiten que la operación de Cosco "tensiona el sector" al introducirse los asiáticos en un mercado que ahora, liberalizada la estiba, "les permitiría tirar los precios" por lo que tampoco descartan que "les mueve la tentación de expasionarse" por España. Sus temores se basan en los últimos movimientos del holding. Primero se convirtió en una naviera muy potente tras fusionarse con China Shipping y más tarde aliándose con CMA CGM. Y ahora va a por las terminales europeas. En abril de 2016 compró la del Pireo, la mayor de Grecia, por más de 350 millones.