"La esperanza de que se produzca una detención es remota", afirma el portavoz de la familia de Socorro Pérez, Jesús María Pérez Barreiros, cuando se cumplen dos años del hallazgo del cadáver de la ourensana de 43 años en el entorno del seminario de Ourense. Habían pasado 34 días desde su desaparición y el transcurso de tanto tiempo eliminó pruebas que habrían facilitado la detención del presunto sospechoso. Hoy, dos años después de que unos cazadores encontrasen los restos semiocultos entre los matorrales, la familia está abatida, desesperanzada y "con el ánimo por los suelos".

Tanto es así que han reservado para la intimidad familiar el acto de recuerdo. "No haremos nada público porque estamos muy mal moral y anímicamente", señala Jesús María Pérez. No obstante, la familia ha redactado un comunicado dirigido a la sociedad para recordar a Socorro pero también para manifestar que "nada sabemos sobre su asesinato y que no tenemos noticias de ningún tipo sobre las investigaciones que lleva a cabo la Policía Nacional ni del estado de las actuaciones judiciales, al estar bajo secreto sumarial".

Admiten las dificultades y que el caso de Socorro Pérez no es el único asesinato sin resolver, pero también apuntan que "las circunstancias personales y modos de vida" de esta ourensana, así como el hecho de que el crimen haya ocurrido en una "pequeña ciudad de provincias habla bien a las claras de que las cosas se hicieron mal, sin medios técnicos y falta de efectivos en comparación con otros casos más mediáticos y poderosos que sí contaron con todos los medios necesarios".

Esto, unido a los 34 días que pasaron hasta que Socorro fue encontrada y que "pesan como una losa sobre la investigación" ha eliminado cualquier esperanza. "A lo mejor, por una carambola aparece algún día el asesino", señala Pérez Barreiros. El cerco de 50 sospechosos confirmado por las fuerzas de seguridad, señala el portavoz, "no es más que una demostración de que ni la policía está segura".

Es por eso que la familia afirma "alto y claro" que el crimen de Socorro Pérez "es un gran fracaso colectivo y un inmenso error" mientras el asesino no sea localizado y puesto a disposición de la justicia. Resulta "evidente" para esta familia que, "a día de hoy, Ourense no es una ciudad segura". En este sentido, trasladan su "solidaridad y apoyo" a la familia de la vecina Belén Rodríguez, desaparecida el pasado mes de abril y sin noticias sobre su paradero, "lo que supone un caso más a la alarma social existente entre la población", concluye Pérez Barreiros.